Oh Señor Jesús, sujetas la Naturaleza Universal
a tu Santo Juicio.
Y desde el Reino Celestial,
derrama tu Palabra el milagro bíblico.
De Dios es el plan,
que has de interiorizar;
porque los misterios del Cielo te guardan,
si desde el corazón puedes amar.
Oh Señor, en la Santidad del alma,
no tiene cabida el pecado.
Y tu Santa Palabra, será predicada,
hasta que sea vencido el diablo.
Ante tanta iniquidad, sobre la faz
de este planeta;
debemos mostrar la Luz de la Verdad,
que Jesucristo abandera.
Esfuérzate y se valiente;
para que tu piedad
se haga presente,
en el Señor de la Eternidad.
Paz de Cristo.
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