La oración Santa,
derrama la misericordia del Señor.
Llénate de su presencia,
y en tu corazón vivirá su amor.
Orad con ardor,
postrados a los pies del Altísimo.
Solo su poderoso resplandor,
transforma en un día perfecto el abismo.
Las oraciones de los Santos,
con incienso elevan su plegaria.
Son Sagrados salmos,
que en la Eternidad encuentran su morada.
Oh Señor Jesucristo, en Getsemaní,
el fuego de tu oración derramó sangre.
La angustiosa vigilia no tenía fin.
Y fue en tu voluntaria Crucifixión, donde todos nuestros pecados perdonaste.
Oh Cristo Jesús, el Padre nuestro,
ha sido tu oración más Sagrada.
Distingue al verdadero siervo,
cuando orando proclama tu Palabra.
Paz de Cristo
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