Dijo, Jesús: Aborrece tu propia vida,
si quieres ser mi discípulo.
Sin fe,con actitud tibia,
no se puede agradar a Cristo.
Cuando te niegas a ti mismo,
has iniciado el camino de la Salvación;
porque en la Presencia del Señor Jesucristo,
se ha humillado, como fiel siervo, tu corazón.
Oh Cristo, todo está sujeto a la iniquidad,
nada se guardará
en tu Santidad.
Y es del Señor, ineludible condición, que nadie sin ser Santo a Él verá.
en tu Santidad.
Y es del Señor, ineludible condición, que nadie sin ser Santo a Él verá.
Nuestro ser, de inescrutable composición,
es por la Gracia del Omnipotente.
Y en Cristo, vivimos cada segundo su bendición,
para ser redimidos eternamente.
El llamado es inequívoco:
de Jesucristo, parte el prodigio;
solo el necio entendimiento,
no se ha arrodillado, ante el Eterno Sacrificio.
Paz de Cristo
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