Oh centinela, que vigilas la fortaleza,
ten gozo en Cristo.
Y que la firmeza,
sea: Camino, Verdad y Vida en el Espíritu.
Pensamientos de desierto estéril,
acucian en la tempestad;
y ante la inmundicia servil,
oh Señor, oímos tu Eternidad.
Exalta con grandeza
los caminos del Señor,
que conducen a la Jerusalén perfecta,
edificada con amor.
En la Gracia de Salvación,
has de perseverar;
y da: anchura, profundidad y altura a tu corazón,
para al Señor poder adorar.
El gozo del Señor
es nuestra fortaleza.
Y en la Eternidad de su amor,
Sagrada es la belleza.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario