Si buscas lo imposible,
en Cristo está;
porque su Palabra inconmovible,
no pasará.
La barca se hunde;
el Señor para la tempestad y el viento:
busca cada día en el Altísimo, con fe,
tu espiritual sustento.
Oh Jesús, los panes y peces multiplicaste;
resucitaste a Lázaro.
A la muchedumbre saciaste;
y la muerte fue vida por ti, con la voz ceñida de milagro.
Oh Cristo, por tu llaga fuimos curados
y en la cruz del Calvario, tu preciosa sangre has derramado,
para redimirnos de los pecados,
como Cordero Inmolado.
Oh Señor, Tú eres el Resucitado,
que te elevaste y estas sentado en el Gran Trono Blanco,
con el Templo restaurado;
porque tu Nombre es el más Santo.
Paz en Cristo
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