Oh Cristo, tu Luz en el converso,
le reviste de autoridad.
Evangélico proceso,
por el que es testigo de la Verdad.
Al nacer de nuevo,
predicas con ardor la Palabra.
Tu armadura es el denuedo,
para dar amor al que no ama.
La sana doctrina,
obtiene fruto sin cizaña.
Oh Jesús, tu siembras la perfecta semilla;
y en su radiante crecimiento, siempre permanece la esperanza.
Oh Señor Jesucristo, tus gotas de Sangre Santa, derramadas en tu Crucifixión,
fueron semillas de Gloria.
Y han dado Vida a nuestro corazon,
que estando muerto, de Gracia le fue concedida la victoria.
La Iglesia del Señor,
es del Cielo Sagrada cosecha.
El Eterno granero, guarda las primicias de amor.
Y el Templo de Gloria, será su morada Eterna.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario