Y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
Nunca hagas acopio de la contumacia del inicuo;
y desprecia la apostasía, que es el tenebroso camino del infierno.
Oh Cristo Jesús,
tu paz es el estado espiritual más inaccesible.
Y ese grandioso haz sobrenatural de tu majestuosa luz,
únicamente en la santidad del ser humano se muestra perceptible.
¡Manifiesta la identidad de tu espíritu por la Palabra!
Porque por la misma Palabra vas a ser juzgado.
Y aun por un angel le será anunciada a toda la tierra;
y su unción habrá de ser propicia al que se guarde como bienaventurado.
Jesús, dijo: El que cree en mí, aunque este muerto vivirá.
El miedo a morir te sobrevendrá si no mueres en Cristo.
El poder de la victoria sobre la muerte el Altísimo Jesucristo te la dará;
si te has afirmado en la verdad del Santo Espíritu.
Oh Cordero inmolado, la atea humanidad no ha podido interiorizar la celestial revelación de tu sacrificio en la cruz del Calvario.
Porque su opaco corazón no asume que el Todopoderoso Dios manifestado en carne, sea con su excelso amor perdonando nuestros pecados en tan extremo martirio.
Sabed, que el Rey de reyes y Señor de señores es el autor y consumador de la fe. Y que nuestra redención y justificación la dispuso en el seno de su eterno santuario.
Y antes de morir, oh Señor, pronunciaste la frase: Consumado es. Y se consumó el pacto de la gracia que obra en la eternidad del Sagrado Escrito.
Paz de Cristo
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