Los que amáis a Jehova, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; de manos de los impios los librará.
Únicamente a Dios le corresponde el juicio postrero.
Y todos los cabos atará,
el Todopoderoso Fiel y Verdadero.
Jesús, dijo: No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Porque ante la pretensión de ser bienaventurados,
ningún mandamiento has de eludir.
La Biblia dice: Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.
Porque por Dios, no te ha sido dada la hipocresía como disfraz.
Y de lo guardado, tu corazón guarda;
para ser en tu nombre, oh Señor Jesús, siempre veraz.
Oh Altísimo Señor Jesucristo, a tu poder he de invocar;
Tú eres mi perfecto refugio en la adversidad.
Y el alma habrás de santificar,
para ser siervo de la sagrada verdad.
Nadie redimió al mundo impío,
sino el Cordero inmolado.
Pero al que de sus pecados no se arrepintió,
será a vergüenza y confusión por la eternidad condenado.
Paz de Cristo
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