Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
El nombre de sus santos, está esculpido en su excelsa diestra,
y nuestro tabernáculo es el lugar santísimo.
La Biblia dice: Dios mío clamo de día, y no respondes; y de noche, y no hay para mí reposo.
Pero Tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
De tu gloria, oh Señor, eres muy celoso;
y solo en ella morará, el que tu inescrutable soberanía tiene por fiel.
Y también: Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Exaltad al Sumo Hacedor,
todos sus hijos bienaventurados,
que os regocijáis en su incomparable amor.
Exultante esta mi alma de servirte con adoración,
Oh Rey de reyes y Señor de señores.
Clamad sin desmayo postrados en oración,
ante el que os colma de misericordias y favores.
¡Oh Señor, tu venida no se demorará!
Tened un incorruptible altar con el candor de vuestro espíritu.
Porque será como un relámpago desde oriente hasta occidente, y todo ojo lo verá.
Y el único que salva es el gran Yo soy, nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Paz de Cristo
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