Powered By Blogger

lunes, 25 de mayo de 2020

ISAÍAS 66:1,2 EN CRISTO

Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?
Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
¡He aquí, ante ti, oh Cristo, se postra el universo, y hasta en su última órbita se muestra genuflexo!
¿Por qué, oh Señor, a los que adoramos tu nombre la humanidad nos aborrece, con el inicuo afán de ser reaccionaria?

La Biblia dice: El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos de hombres, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues Él es quien da a todos vida y aliento a todas las cosas.
La desidia espiritual del ser humano es su parte más nefasta.
Ella le ha adormecido en el abismo de las acciones ociosas,
que a las entenebrecidas almas arrastra.

Y también: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. 
Y es que, existe un remanente que se humilla con extrema espiritualidad, como vaso de barro frágil.
Porque su avivado entendimiento le hace concebir el más allá;
y vislumbra tal belleza, que sin el Altísimo Jesucristo sería el nihilismo de lo estéril.

Jesús, dijo: En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Santa señal es ser heraldo del Evangelio.
Porque desecharás el pecado nauseabundo,
del pétreo corazón que hizo de carne el cielo.

Oh Fiel y Verdadero, 
hijos somos de tu sobrenatural paz.
Pero solo el que persevere hasta el día postrero,
de gracia recibirá la gloriosa eternidad. 
                          Paz de Cristo 







No hay comentarios:

Publicar un comentario