No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Y al que se esconde en la tiniebla, el Alto y Sublime le reprenderá.
Porque no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
La Biblia dice: Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Sí, porque grandioso es el honor, oh mi Cristo, de predicar las buenas nuevas de salvación eterna.
Al ser testigos de tu memoria, nos conmueven de tus milagros, oh Señor, el gozo de las muchas lagrimas;
y saber que por creer en tu nombre, nuestra alma tendrá salvación plena
Jesús, dijo: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.
Sí, porque en el inconmensurable misterio de la creacion estamos inmersos.
Oh Fiel y Verdadero, con tus sobrenaturales pasos hemos hecho un pacto perfecto,
para predicar la Sagrada Palabra a los erráticos inconversos.
El sembrador desconoce, oh Rey de la gloria, dónde morirá la semilla al ser enterrada; y si resucitará para vida eterna.
Oh Cristo Redentor, Tú darás únicamente el galardón de la victoria,
al que según tu santísima justicia se lo merezca.
Al fatuo ser humano,
le embauca el pernicioso pensamiento de que no existe Dios.
Pero la Palabra asevera, que el Altísimo Jesucristo no puede ser burlado;
y que lo que sembrare, segarán sus manos.
Paz de Cristo
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