SALMO 149:1,2 EN CRISTO

• Cantad a Jehová cántico nuevo; su alabanza sea en la congregación de los santos.
• Alégrese Israel en su Hacedor; los hijos de Sion se gocen con su Rey.
• Oh Sumo Creador, en ti únicamente confiamos;
• porque Tú eres el primero y el último, el principio y el fin. 
• 
  
• Alaben su nombre con danza; con pandero y arpa a él canten.
• Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación.
• Oh Señor de señores,
• gracias te damos por tu majestuoso perdón. 
• 
  
• Regoncíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas.
• Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos. 
• Oh Sumo Redentor, Tú nos amas,
• porque de gracia somo tus siervos glorificados. 
• 
  
• Para ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos;
• para aprisionar a sus reyes con grillos, y a su nobles con cadenas de hierro;
• para ejecutar en ellos el juicio decretado; gloria será esto para todos tus santos. Aleluya. 
• Oh Sumo Hacedor, se propicio en nuestros desvelos, para que no haya en nosotros más yerro.
• A tu santo nombre, oh mi Cristo, sea siempre la gloria. 
•                 Paz de Cristo 

SALMO 148:1,2 EN CRISTO

• Alabad a Jehová desde los cielos; alabadle en las alturas. 
• Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos.
• Oh Eterno, guárdanos en las enjutas angosturas;
• porque desde ellas se ven tus resplandecientes cielos. 
• 
  
• Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas,  lucientes estrellas.
• Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. 
• Oh gra Dios, por tus sagradas sendas;
• yo anhelo desvelar, tus encriptados misterios.
• 
  
• Alaben el nombre de Jehová; porque el mandó, y fueron creados.
• Los hizo ser eternamente y para siempre; les puso ley que no será quebrantada.
• Oh siervos bienaventurados, 
• bendita será vuestra eterna morada. 
• 
  
• Alabad a Jehová desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos;
• el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra.
• Oh Santo, imposibles para el ser humano son tus caminos;
• pero todas las cosas ayudan a bien, al que verdaderamente te ama.
• 
  
• Los montes y todos los collados, el árbol de fruto y todos los cedros;
• la bestia y todo animal, reptiles y volátiles.
• Los reyes de la tierra y todos los pueblos, los príncipes y todos los jueces de la tierra;
• los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. 
• Oh gran Rey, en tus gloriosos fundamentos,
• somos invencibles. 
• Y es, oh Señor, tu excelsa diestra,
• es la que nos ha dado gracia, para ser tus irreprensibles hijos. 
• 
  
• Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. 
• Él ha exaltado el poderío de su pueblo; alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. Aleluya. 
• Oh Hijo del Hombre, reverente adoración te guardan tus genuinos siervos, 
• los mismos que anhelan estar contigo, oh gran Yo Soy, en la inmarcesible gloria.
•               Paz de Cristo 

SALMO 147:12,13 EN CRISTO

• Alaba a Jehová, Jerusalén; alava a tu Dios, oh Sion.
• Porque fortifica los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos fuera de ti.
• Oh Fiel y Verdadero, sólo tuya es la gran comisión, 
• y tus genuinos heraldos respaldan tan celestial fin. 
• 
  
• Él da en su territorio la paz; te hará saciar con lo mejor del trigo.
• Él envía su palabra a la tierra, velozmente corre su palabra.
• Oh mi Cristo, 
• nadie morará contigo en la eternidad, sino el que con celoso fervor te ama.
• 
  
• Da la nieve como lana, y derrama la escarcha como ceniza.
• Echa su hielo como pedazos; ante su frío, ¿quién resistirá?
• Oh Cristo Jesús, el alma adulterada, sin pureza, ¿cómo se salvará?.
• 
  
• Enviará su palabra, y los derretirá; soplará su viento, y fluirán las aguas.
• Ha manifestado sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel. 
• Oh Fiel y Verdadero, a tu gloria irán las almas puras, 
• las que te profesan fe.
• 
  
• No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; en cuanto a sus juicios, no los conocieron. Aleluya. 
• Oh Señor, tu misericordia será para siempre, aun en el juicio final.
• Oh Santo, buscaré tu rostro antes de que raye el alba,
• y podré palpar mi morada celestial. 
•                  Paz de Cristo 

SALMO 147:1,2 EN CRISTO

• Alabad a JAH, porque es bueno cantar alabanzas a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza.
• Jehová edifica a Jerusalén; a los desterrados de Israel recogerá. 
• Oh gran Rey, en tu provisión nunca hay tardanza;
• porque en tus discípulos la gloria no escaseará. 
• 
  
• Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
• Él cuenta el número de estrellas; a todas ellas llama por sus nombres.
• Oh Rey de reyes, recibe el más inconmensurable agradecimiento por tus dádivas recibidas;
• al sentirnos regocijados con tus sublimes bendiciones. 
• 
  
• Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito. 
• Jehová exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra.
• Oh Altísimo, 
• tus verdaderos siervos confiamos hasta el extremo en tu excelsa diestra. 
•  
• Cantad a Jehová con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios.
• Él es quien cubre de nubes los cielos, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba.
• Oh Rey de los cielos, 
• ¿quién es el necio que hace escarnio de tu majestuoso nombre, y además te aconseja?
• 
  
• Él da a la bestia su mantenimiento, y a los hijos de los cuervos que claman.
• No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre. 
• Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia.
• Quienes son los que te aman,
• oh Hijo de Hombre, 
• sino los que testifican y loan tu sobrenatural gloria. 
•                 Paz de Cristo 

SALMO 146:1,2 EN CRISTO

• Alaba, oh alma mía a Jehová. 
• Alabaré a Jehová en mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras viva.
• Oh mi Cristo, tu mano siempre nos asirá, 
• para tornar la obscuridad en luz, en la sórdida deriva.
• 
  
• No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. 
• Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos. 
• Oh Santo de Israel, preserva nuestro corazón, 
• de los ignominiosos y letales tiempos. 
• 
  
• Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios, 
• el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre,
• que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos, Jehová liberta a los cautivos. 
• Oh Señor de señores, Tú conoces a tus auténticos siervos, 
• y resarcirás a cada uno de lo que adolece, 
• para revertir sus perversos desatinos.
• 
  
• Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caidos; Jehová ama a los justos.
• Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos transtorna.
• Oh Hijo del Hombre, todos tus pasos son excelsos, 
• en todos ellos el resplandor es de gloria. 
• 
  
• Reinará Jehová para siempre; tu Dios, oh Sion, de generación en generación. Aleluya. 
• Tú, oh Rey de la gloria, eres el único Salvador.
• Oh Alfa y Omega, 
• para abrir la puerta de la salvación, confiamos en la gracia de tu piadoso amor.
•                Paz de Cristo 

TU GRACIA ES TAN SUBLIME, QUE NO EXISTEN PALABRAS PARA DESCRIBIRLA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
• la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 
• por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 
• siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 
• a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 
• con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. 
• Oh mi Cristo, Tú eres el Señor Soberano; por lo que los siervos salvos los has escogido a sabiendas,
• dándoles el glorioso galardón de excelencia.
• Y estos son todos lo consagrados, 
• a los que otorgas el reconocimiento de ser tus hijos de luz.
• Y por ende serán bienaventurados,
• en la bendita e inmarcesible plenitud. 
• 
  
• La Biblia enseña: Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
• Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Éste es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 
• Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 
• Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 
• A Dios nadie le vio jamas; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer.
• Oh Santo de Israel, Tú eres Dios desde la eternidad y hasta la eternidad.
• Y porque no cabe la posibilidad de suplir al único Dios,
• hay que rendirse a sus pies y vivir sometido a su gloriosa presencia. 
• Nadie puede ver su Santo Espíritu;
• pero únicamente sus santos siervos podemos por gracia creer.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• los que no creíamos en tu majestuoso nombre, 
• al ser moldeados por tu sobrenatural rueda, hemos nacido de nuevo;
• y así hemos podido loar tu santísima memoria, oh Hijo del Hombre. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• en breve seremos arrebatados por tu excelsa diestra, a tus nubes de eterna gloria. 
• ¿Pero en nuestro altar habrá suficiente pureza?
• ¿O tendremos que raer los cabos de impureza, para ser dignos de la final victoria?
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• el listón de medir la humana santidad está muy alto.
• Y porque para siempre es tu misericordia, oh Rey de reyes, habrás de ser samamente piadoso con nuestra tenue luz,
• para poder traspasar el perfecto y glorioso umbral del santo.
•              Paz de Cristo 

A LA LUZ DE LA SAGRADA PALABRA, SERÁS EDIFICADO EN CRISTO

• La Biblia dice: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétano, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 
• Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 
• Oh mi Cristo, el texto bíblico es taxativo en su enunciación.
• Y todo lo resuelve en sí mismo; porque su justicia es eterna.
• 
  
• La Biblia enseña: Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 
• Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. 
• Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 
• Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. 
• Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
• así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. 
• Oh Rey de reyes, es tu sabiduría de lo alto,
• la que con sus preceptos nos ha de perfeccionar.
• Y la que nos revestirá, 
• con sus espirituales vientos.
• Porque el Santo Espíritu recordará a nuestro engañoso corazón siempre,
• lo que es de cumplimiento por fe.
• 
  
• La Biblia asevera: toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargűir, para corregir, para instruir en justicia, 
• a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 
• Oh Cristo Altísimo, proveenos de tu bendita gloria, para no caer en la estulticia;
• porque seríamos desechados de la final victoria. 
• 
  
• Oh Santo, 
• en tu regazo guardados,
• estaremos al margen de la asechanza del diablo.
• Y en nuestra alma, no habrá otra convicción que la de ser bienaventurados. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• miltiplicaste tu multiforme gracia, para que fuéramos salvos.
• Y vigilas, oh Señor, todas nuestra acciones desde la bóveda del cielo,
• derramando tu grandiosa misericordia, para que nuestra morada de gloria, se consuma en tus aposentos eternos.
•                Paz de Cristo 

AMAR ES IMPERATIVO EN CRISTO

• La Biblia dice: Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,
• para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 
• Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. 
• A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;
• pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.
• Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. 
• Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 
• Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
• Oh mi Cristo, es insoslayable, que el siervo que te sigue fielmente, haya sido en tu glorioso nombre santificado;
• y en ese bíblico orden, ser del linaje santo; no sin antes, haber formado parte de los extraviados. 
• Porque, oh Señor, el don de la fe se dirime en un entenebrecido proceso con exiguas alegrías; 
• para recurrir al yelmo de salvación y la coraza de justicia, que en tu caminar prestos perduran.
• librándote de mil entuertos.
• Y es que, por ser en esencia consagrados,
• ya no existe en vosotros un espíritu de desazón; 
• porque vuestros vestidos están a la sazón bienaventurados.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• buscar la manera de emularte,
• en tu abominable crucifixión: sería navegar en un desbordado e indeleble venero de amor;
• y reconciliarnos con el Padre, humillándonos hasta la muerte.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• los inicuos que hemos sido moldeados por tu sobrenatural rueda,
• sufrimos la gloriosa transformación de un nuevo nacimiento; 
• para poder sentir la gloria de predicar al disoluto profano, las buenas nuevas de salvación eterna. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• yéndonos de tu lado, pendemos del abismo. 
• Y es siempre, por fe y para fe,
• la persistente adoración al Soberano Señor Altísimo. 
• 
  
• La Biblia enseña: Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
• soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 
• Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 
• Oh Rey de la gloria, con tu diestra excelsa,
• seremos por la sagrada senda guiados,
• hasta el radiante paraíso Cristocéntrico.
•                Paz de Cristo 

SUBLIME ES INTERIORIZAR LA PAZ DEL SOBERANO SEÑOR JESUCRISTO

• Jesús, dijo: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará lo que yo os he dicho. 
• La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
• Oh mi Cristo, 
• nada arredrará a tus auténticos siervos del cumplimiento de tu santo Evangelio. 
• 
  
• La Biblia incide: Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.
• ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
• Oh Rey de reyes, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin;
• y es que, únicamente en tu majestuoso nombre, podremos con extrema fidelidad confiar.
• 
  
• Oh gran Dios,
• tus mimbres celestiales nos sustentan. 
• Y los gloriosos vientos  de Sion, a tus discípulos consagrados, 
• con sus provisiones de gracia nos alientan.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• con sobrenatural pulso, nos aconsejaste asir el timón del arado para hacer el surco recto.
• Y será en el día postrero,
•  cuando debido a la sabiduría de lo alto, se verá el fruto perfecto.
• 
  
• Oh Sumo Creador, 
• a tus pies se rinde lo más ignoto del universo.
• E inequivocamente por tu magnificencia, oh Señor, 
• podemos contar tus inefables prodigios, con la poética definición del verso.
•            Paz de Cristo 

ASUMIR EL ZARANDEO DE SATANÁS, ES NEGARTE DE MEDIO A MEDIO, OH TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia enseña: ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
• Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
• sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 
• Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
• Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacia temblar la tierra, que trastornaba los reinos; 
• que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel.
• Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en su morada;
• pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido de muertos pasados  a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado.
• No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos.
• Preparad sus hijos para el matadero, por la maldad de sus padres, no se levanten, ni posean la tierra, ni llenen de ciudades la faz del mundo.
• Porque yo me levantaré contra ellos, dice Jehová de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y el remanente, hijo y nieto, dice Jehová. 
• Y la convertiré en posesión de erizos, y en lagunas de agua; y las barreré con escobas de destrucción, dice Jehová de los ejércitos. 
• Oh mi Cristo, nada relacionan los inmundos com tus misericordias y favores,
• todo lo asocian a la suerte;
• y es que, no tienen conocimiento de que existe el Lugar Santísimo. 
• ¡Gloria al Señor Altísimo!
• Clemente eres Señor con los que no guardan tus bíblicos preceptos;
• porque el resplandor de tu luz, oh Rey de la gloria, no se ha posado en su entenebrecida piel.
• Oh Santo, del inicuo, en su vista despiadada, 
• se palpa que es diametralmente opuesta a la del bienaventurado. 
• Y son los viles maleficios,
• del espiritualmente moribundo;
• por los que su alma se condenará, 
• atemporalmente en los infiernos.
• 
  
• Entonces Jesús dijo a sus discipulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 
• Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 
• Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
• Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. 
• De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. 
• Oh Alto y Sublime, 
• sólo el que crea en tu bendito nombre  se salvará;
• porque gran misericordia tiene de sus escogidos siervos, el que más nos ama.
• Oh Eterno, por el conocimiento y obediencia de tus Escrituras Sagradas,
• nos guardarás en la eternidad del cielo. 
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• tus preciosas dádivas de lo alto,
• nos han colmado de misericordias y favores,
• para que toda nuestra ferviente adoración, sea del que de Israel es el Santo. 
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• nuestra existencia se sustenta insoslayablemente en tu majestuoso nombre. 
• Porque de gracia recibimos tu celestial amor,
• oh Hijo del Hombre. 
• 
  
• Oh gran Yo Soy, 
• esperamos con celoso anhelo tu sobrenatural arrebatamiento. 
• Y será en un abrir y cerrar de ojos; un día como hoy, 
• cuando nos llevarás contigo, oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, al glorioso y eterno aposento. 
•                       Paz de Cristo 

EL FARISEO TAMPOCO SE CONMUEVE POR TU PREDICACIÓN POÉTICA, OH CRISTO

• Jesús entonces les dijo: Si vuestro Padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. 
• ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 
• Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. 
• ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no ne creéis?
• El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
• Oh mi Cristo, persevero en tu gran comisión;
• sí; esto es, la universal predicación Cristocéntrica. 
• Porque en tus genuinos siervos; no ha lugar ninguna diatriba, entre lo que pensáis, 
• y lo que hacéis.
• Y es que, es obvia la indefectible asignación de gloria; porque de transcendencia eterba es la obra de tus auténticos hijos consagrados. 
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• Tú eres nuestro frontispicio perfecto. 
• No en vano, verbalizaste: Consumado es. Porque en tu glorioso sacrificio de la cruz del Calvario,
• nos diste a conocer quien es el Soberano Padre Eterno. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• en numerosas ocasiones de tu ministerio público,
• nos fue revelado el majestuoso nombre, que es sobre todo nombre:
• piedra angular para darnos a conocer al Todopoderoso Señor Altísimo.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• asidos estamos a tu excelsa diestra.
• Y por fe y para fe,
• permaneceremos predicando el Evangelio de la gracia, hasta lo más ignoto de la tierra. 
• 
  
• Oh Rey de la gloria,
• Tú nos has enseñado el extremo regocijo de la senda angosta. 
• Y estaremos en victoria, 
• toda vez que para su cumplimiento nos hable la Sagrada Palabra, que nunca vuelve vacía por ser viva, eficaz e inconmensurablemente exacta.
•                      Paz de Cristo 

PREDICA LA SAGRADA PALABRA A TODAS LAS ALMAS, NO HACIENDO DISCRIMINACIÓN DE PERSONAS EN CRISTO

• La Biblia dice: Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma;
• que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
• He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
• Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día. 
• Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. 
• Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho.
• Oh mi Cristo, en la santidad del que te ama,
• has concernido tu única y perfecta verdad. 
• No loa tu Sagrada Palabra,
• sino el que en ella se gloría. 
• Oh gran Rey, tus auténticos discípulos son los que perseverarán hasta el fin,
• para traspasar el umbral del siervo bienaventurado. 
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• todo ser humano ha de curstionarse la prodigiosa oportunidad de salvación. 
• Siempre ha de primar su tiempo efímero,
• para que no pierda tan gloriosa ocasión.
• 
  
• Oh Rey de la gloria,
• la medida insoslayable de nuestra vida;
• no puede ser otra, oh Señor, que testificar en tu santa memoria,
• para que por los cielos sea bendecida.
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• guárdanos en tu tabernáculo. 
• Y preserva a toda alma consagrada,
• de caer en el abismo ignominioso.
• 
  
• Oh Santo,
• sin la gracia recibida,
• nadie podría ser salvo,
• en las moradas de eterna vida.
•                         Paz de Cristo 

RESUELVE CON SUMO GOZO TU GLORIOSO DEVENIR EN CRISTO JESÚS

• La Biblia dice; En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 
• Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. 
• Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. 
• Oh mi Cristo, 
• no nos extraviaremos siguiendo los pasos de tu senda sagrada;
• porque su luz nos ceñirá de la santísima verdad. 
• 
  
• Oh Santo de Israel,
• nada nos arredrará del escabroso camino.
• Porque en nuestras vicisitudes sólo interviene la fe,
• que es consubstancial a nuestro celestial destino.
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• la protección de tu majestuoso nombre, 
• es el escudo inexpugnable que nos da provisión eterna en el Lugar Santísimo, 
• oh Hijo del Hombre. 
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• tu arrebatamiento del día postrero,
• será el culmen de tus misericordias y favores;
• que obedecerá, oh Eterno, al margen del terrenal tiempo.
• 
  
• Oh Cristo Jesús,
• los misterios insondables en la Sagrada Palabra,
•  están encriptados en tu inaccesible luz;
• pero con gran gozo serán desvelados, por el siervo que en santidad obra.
•                      Paz de Cristo 

EL AMOR, GLORIA ETERNA EN CRISTO

• La Biblia dice: Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 
• El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 
• Oh mi Cristo, anhelamos ser tus perfectos siervos consagrados, 
• para que al invocar tu majestuoso nombre, se transforme el corazón pétreo en uno de carne; y emane de su vivificante latido, oh Rey de la gloria, tu celestial candor.
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• Oh Cristo Redentor, 
• Tú nos diste gracia, arrostrando nuestros execrables pecados, y venciendo con tu muerte al imperio de la muerte en la cruz del Calvario. 
• Porque multiplicaste geometricamente tu excelso amor,
• oh Todopoderoso Cristo Jesús, redimiendo y justificando con el sublime fiel de tu sagrada balanza, las obscenas aberraciones de las que tus seres creados, eran reos convictos en su sórdido diario.
• 
  
• Oh Soberano Jesucristo, 
• Tú pides insoslayablemente que el inicuo se arrepienta de sus viles pecados.
• Y si esto lo lleva a cabo, oh Rey de reyes, a tus pies postrado con el corazón humillado y contrito;
• habrá dado el paso de fe, para traspasar el umbral de los bienaventurados. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• tu sobrenatural rueda hace prodigios con los perdidos .
• Son los vasos rotos, que restauras para un nuevo nacimiento;
• y de facto puedan sepultar, el obscurantismo de sus delitos.
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• tu santísima verdad ha dado vida al inmundo. 
• Y será en el día potrero,
• oh gran Dios, donde se verá el fruto del árbol, que revirtió en luz de gloria, lo errático y moribundo. 
•                Paz de Cristo 

SÉ MISERICORDIOSO Y ALCANZARÁS MISERICORDIA EN CRISTO

•  La Biblia dice: Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
• en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 
• entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
• Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 
• aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
• y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
• para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
• Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 
• no por obras, para que nadie se gloríe. 
• Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 
• Oh mi Cristo, no a otros, sino a tus hijos bienaventurados, 
• nos ceñiste de excelencia,
• para tu Evangelio de la gracia, a toda criatura predicar.
• Y el gran Dios nos santificó,
• a todos sus siervos consagrados;
• y guiados por su admirable luz, 
• fuimos llenos de la gloriosa plenitud. 
• Y de lo recibido de gracia, de gracia ofrendamos,
• a los que interiorizasteis,
• las gloriosas buenas nuevas. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• de tus misericordias y favores,
• habla nuestra carne de manera intrascendente;
• porque de tu gracia no somos merecedores.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• nuestra entenebrecida mente tiene acceso a una parte nimia de tu majestuosa luz.
• Y es que, oh Rey de la gloria, nos hiciste visible tu grandiosa estela de amor,
• con tu santísima inmolacion en la infame prueba letal de la cruz. 
• 
  
• Oh Santo, 
• si aún alguien no entendió tu sacrificio en la cruz del Calvario; 
• pídale al Todopoderoso sabiduría de lo alto, 
• y será abundantemente derramada desde el celestial santuario. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• en las distintas interpretaciones y versiones bíblicas, ¿quién no ha entendido todavía que el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
• Porque con gran misericordia queremos desvelarle tan prodigioso misterio al que no se lo haya revelado el cielo:
• ¡EL ÚNICO DIOS MANIFESTADO EN CARNE, ES EL QUE VINO DE LO ALTO!
•                         Paz de Cristo 

NO EXISTE OTRO DIOS FUERA DE TI, QUE HAYA DADO SU VIDA POR TODA LA HUMANIDAD; Y NOS MINISTRE EL CONOCIMIENTO BÍBLICO PARA SER SALVOS, OH CRISTO

• La Biblia dice: Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
• Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 
• Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el primer mandamiento. 
• Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos. 
• Oh mi Cristo, y para los siervos consagrados, 
• que en tus bíblicos preceptos tienen fe;
• Tú, oh Señor, eres el único Dios manifestado en carne.
• Y para nuestra salvación eres el Fundamento,
• que redimió y justificó nuestros execrables pecados, 
• con su sacrificio en  la cruz del Calvario; y el nuevo pacto de la gracia, oh gran Yo Soy, lo sellaste con el derramamiento de tu preciosa sangre. 
• 
  
• Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 
• Si me conocieseis, también a mi Padre coneceríais: y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
• Tú eres el Rey de la gloria, el primero y el último, el principio y el fin, 
• oh Santo, oh Eterno. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• Tú nos concerniste de celestial excelencia, 
• para ser dignos heraldos, oh Rey de reyes, de tu majestuoso nombre;
• y es que, solemne gracia de salvación es su gloriosa presciencia.
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• asidos estamos de tu excelsa diestra.
• Porque el que de santidad se reviste,
• verá, oh gran Dios, tu faz eterna.
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• la incredulidad lastró a las almas; 
• porque de tu muerte y sepultura las multitudes estaban avisadas, oh Altísimo; pero que fueras el primogénito de los muertos resucitado, estaba fuera del alcance del ser humano, por tratarse de la gloria celestial, oh Sumo Redentor, hecha manifiesta en tu sobrenatural e inconmensurable luz.
•                         Paz de Cristo 

CON TU ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO SERVIRÁS Y HONRARÁS AL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia dice: Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.
• Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. 
• Si las nubes fueran llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará. 
• El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. 
• Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
• Oh mi Cristo, en tu regazo guardarás, 
• al que se somete fervientemente a tu excelsa diestra.
• Y siempre , oh Señor, a tu majestuoso nombre loará;
• y su espíritu, alma y cuerpo en tu Sagrada Palabra permanecerá, 
• para poder contemplar el precioso y preciso cumplimiento de tus bíblicas promesas.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• Tú nos has dado espíritu, alma y cuerpo, para ser sus óptimos administradores. 
• Y usar nuestro más íntimo fervor, 
• para mostrarnos en el día postrero, como pobres en espíritu que no dependieron de sus fuerzas, sino de la gracia del Rey de reyes y Señor de señores. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• Tú eres el autor y consumador de la fe.
• Y el que no aborreció las tinieblas, y sintió la grandiosa necesidad de estar en tu admirable luz, 
• es que, por su entenebrecida opacidad, el radiante mediodía de tu gloria no ve.
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• tus verdaderos siervos, 
• siempre perseveraremos en tu gloriosa senda,
• para ser moradores de tus sobrenaturales cielos.
• 
  
• Oh Santo,
• anhelamos vivir en la eterna Jerusalén.
• Y que nos de gracia la sabiduría de lo alto,
• para ver la santa faz del Amén.
•                 Paz de Cristo

PURIFICA CON DESMESURA TU ALTAR EN CRISTO

• La Biblia dice: Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción heredará la incorrupción.
• He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
• en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
• Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
• ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
• ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 
• Mas gracias sean dadas a Dios, que nos ha dado la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 
• Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
• Oh mi Cristo, Tú amas a los de humilde corazón, 
• que son los santificados;
• para ser en el día postrero, oh Señor, tus hijos bienaventurados. 
• Oh Rey de reyes, los siervos que traspasarán el umbral de tu gloria,
• serán todos los heraldos que testificaron, y fueron hacedores de la Sagrada Palabra en tu bendita memoria;
• y anhelan ser probos discípulos del gran Rey.
• Cíñeme tu verdad, oh Santo Espíritu; 
• y haré que el Evangelio de la gracia, sea percibido por el corazón del profano.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• se desconoce el sinnúmero de milagros, que se iban produciendo en pos de tus santísimos pasos;
• porque por su inconmensurable fe,
• eran prodigiosamente sanados. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• sabemos que el arrebatamiento de tu amada Iglesia, será en un exiguo tiempo. 
• Y el que invocare solemnemente tu majestuoso nombre, 
• este morará en el glorioso firmamento. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• contemplar espiritualmente tu sobrenatural gloria,
• es vivir en plenitud,
• la celestial victoria. 
• 
  
• Oh  Cristo Redentor, 
• ofrendarnos con tan inusitada piedad tu vida en la cruz;
• es poder palpar tu excelso amor,
• con la más grandiosa e inmarcesible luz.
•                     Paz de Cristo 

EL ÚNICO QUE PUEDE PROBAR TU GRADO DE SANTIDAD ES EL ALTÍSIMO CRISTO

• La Biblia dice: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;
• y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.
• Oh mi Cristo, has derramado tal bendición sobre tus siervos, 
• que su grandiosa alabanza permanecerá con la  belleza de un sobrenatural eco, y hará morada para siempre en el glorioso viento del cielo.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• Tú eres el Santo; porque te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para dar la más preciosa y eterna vida a la perversa humanidad.
• Y es que, sus piadosos hechos los hizo colgado de un madero, haciendo manifiesto su perfecto y ferviente amor,
• al derramar su preciosa sangre, consumando el pacto de gloria con la santísima verdad.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• nos diste gloria y honra al conocer
• tu majestuoso nombre, 
• para que el disoluto y farisaico ser humano, al fin pudiere en el paraíso eterno creer. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero.
• tu rueda sagrada,
• moldeará día y noche al que anhele ser un vaso nuevo;
• y así, sepultar para siempre su impostura mundana.
• 
  
• Oh Sumo Creador, 
• nunca desechaste a tu magistral obra.
• Tu llamado tuvo un mensaje de arrepentimiento, para que su espíritu se ciñera de amor;
• y pudiere morar por gracia, oh Señor, en la eternidad de tu excelsa gloria.
•                       Paz de Cristo           

INTERIORIZA LA ÚNICA Y PERFECTA VERDAD EN EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia enseña: Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. 
• Estad siempre gozosos. 
• Orad sin cesar.
• Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 
• No apaguéis al Espíritu. 
• No menospreciéis las profecías. 
• Examinadlo todo; retened lo bueno. 
• Abstenerse de toda especie de mal. 
• Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 
• Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
• Oh mi Cristo, son tus siervos consagrados, 
• los que dan los correctos pasos.
• Porque sólo el que puede amar,
• es del que emana luz.
• Oh hijo del Altísimo Cristo, 
• si como irreprensible siervo en Él te glorías, 
• es porque te reconoces en el Eterno, 
• para morar en su gloria celestial. 
• Oh Santo Espíritu, 
• únicamente en tu verdad, mi alma se regocijará.
• 
  
• La Biblia constata: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?
• El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. 
• El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino.
• Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová. 
• El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
• quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho.
• El que hace estas cosas, no resbalará jamás.
• Oh Hijo del Hombre, 
• ¿quién va por la calle ancha, sino el profano?
• Y es que, para loar tu santo nombre, de nada sirve el recurso de la razón.
• Oh Rey de reyes, tu asignado propósito, ha de ser nuestro primordial y único destino; 
• y el que se someta a su cumplimiento, este vencerá. 
• Que nunca te embauque la mundanal inercia;
• toma con pulso firme el timón del arado, para que el surco de gloria sea indefectiblemente recto.
•  
• Oh Alto y Sublime, 
• tu piedad no tuvo límites con el hijo de perdición. 
• Tanto le consentiste,
• oh Señor, que te vendió por treinta monedas de plata, consumando su vil traición.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• inconmensurable es la deuda contraída contigo en la cruz del Calvario.
• Y por tanto, en el día postrero; 
• separarás a las ovejas de los cabritos, en el justo juicio de tu eterno santuario. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• Tú has sido intachable,
• en llevar a término cada bíblica promesa.
• Y clamamos con el espíritu quebrantado, oh Cristo Redentor, a tu gran misericordia, 
• para que tengas piedad y laves nuestros pecados con tu majestuosa sangre;
• librándonos así, de la infernal condena.
•              Paz de Cristo              

EL CULMEN DE TU EXISTENCIA ES LA GLORIA ETERNA EN CRISTO

• Jesús, enseña: De cierto,  de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
• Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
• y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 
• No os maravilléis de esto; porque todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
• y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. 
• Oh mi Cristo, en tus gloriosos mimbres se sustentarán, 
• los que en tu Sagrada Palabra han creido; 
• y por lo mismo, han loado tu santo nombre. 
• En ti nos gloriaremos, oh Señor, 
• viendo que nuestro cuerpo glorificado, lo arrebatará tu excelsa diestra para eterna salvación. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• nuestro desmesurado agradecimiento, no es capaz de evaluar el prodigio de redencion del  alma perversa, por tu preciosa sangre derramada en tu muerte, y muerte de cruz.
• Y es que, la expiación de tu obra maestra, la hiciste por mor,
• de su eterna plenitud. 
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• poco antes de expirar colgado del madero, verbalizaste: Consumado es.
• Y se desconce, a día de hoy, a que se debe la estulticia del extraviado;
• el cual se jacta de su paganismo expreso, al hacer desdén del Cristocéntrico don de la fe.
• 
  
• Oh Santo, 
• la decisión de tomar la senda angosta, compete exclusivamente a tus auténticos siervos.
• La senda ancha, siempre estará expedita para el profano, 
• que no ha creido en en el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, que es el Soberano de todos los cielos. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
• Y ante el inminente arrebatamiento, oh Rey de reyes, de tu amada Iglesia;
• hemos de purificar nuestro altar, y raer toda dureza de nuestra oxidada cerviz.
•                       Paz de Cristo 

SÉ UNA FORTALEZA INEXPUGNABLE EN CRISTO

• La Biblia dice: Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
• No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 
• Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 
• Oh mi Cristo, el resplandor de tu angosta senda, 
• me ha de alumbrar;
• y me servirá de celestial guía. 
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• Tú eres la antorcha universal, 
• que da luz al que anhela ser bienaventurado, 
• en tu reino sobrenatural. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• de lo recibido de gracia, predicamos la Sagrada Palabra. 
• Y aumentaste exponencialmente nuestra fe,
• por ser Tú, oh Señor, el que más nos ama.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• el que continúa haciendo apología de lo mundano, 
• no ha conocido tu majestuoso nombre;
• y asido a la impostura, sigue al maligno mendigando. 
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• porque ni la muerte, ni la vida........
• nada nos puede sacar de tu glorioso sendero;
• porque si así fuere, nuestra alma jamás será por el cielo bendecida. 
•                      Paz de Cristo 

REVISTE A MI ESPÍRITU DE BONDAD, OH CRISTO

• La Biblia dice: Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
• Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 
• Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
• Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios os perdonó a vosotros en Cristo. 
• Oh mi Cristo, da provisión de lo alto a tus siervos,  para que sea benevolentes, 
• de todo su corazón. 
• Y quita la perniciosa estulticia, 
• de las profundidades de su espíritu. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• en tu execrable sacrificio de cruz, no tuviste ningún impedimento, en verbalizar a las hordas infames tu majestuoso perdón. 
• Y de tal medida fue tu amor,
• que a toda la humanidad la libertaste de la esclavitud del pecado, con tu sobrenatural redención. 
• E inconmensurable fue tu amor,
• para exonerarnos de nuestras vilezas con la justificación. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• la vida del ser humano, tubo un antes y un despues de tu muerte, sepultura y resurrección. 
• Y torpe será el que se extravie, 
• de tan grandiosa bendición.
• 
  
• Oh Santo, 
• tu perfecta senda es luz,  para los que quieran salvar su alma.
• Y la sabiduría de lo alto, 
• nos dará revelación de la Sagrada Palabra. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• no existe ninguna prueba,
• que nos pueda apartar del cielo,
• para morar en la Jerusalén eterna.
•                  Paz de Cristo 

 

EL PECADO, CAUSA DE MUERTE, OH CRISTO

• La Biblia dice: He aquí los ojos de Jehová el Señor están contra el reino pecador, y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice Jehová. 
• Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra.
• A espada morirán todos los pecadores de mí pueblo, que dicen: No se acercará, ni nos alcanzará el mal.
• Oh mi Cristo, un viento abrasador les sorprenderá, 
• a los que hicieron desdén de tu excelsa diestra;
• y no retuvieron la corona celestial. 
• 
  
• La Biblia enseña: ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
• Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 
• Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. 
• Oh Santo de Israel, tu genuino discípulo de nada adolece,
• porque la santa paciencia le sustenta;
• y no conlleva agravio, cuando le es ligera toda carga al irreprensible siervo.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• tu manifestación en carne, ha sido el hecho más glorioso, que ha acontecido en la tierra. 
• Por tanto, el que no crea en tu majestuoso nombre, 
• no alcanzará la salvación eterna.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• en tus manos, la sagrada rueda,
• esta dispuesta día y noche a hacer del impío un vaso nuevo, 
• siempre que su alma esté dispuesta. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• nada trajimos, y nada nos llevaremos.
• Pero anhelamos traspasar el umbral de tu inaccesible luz, 
• para morar en tus sobrenaturales e inmarcesibles aposentos.
•                    Paz de Cristo 

ENCONTRARÉ TODA VERDAD EN LA INCESANTE BUSQUEDA DE TU ROSTRO, OH CRISTO

• La Biblia dice: No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová,  y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros. 
• Porque si os volviereis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque Jehová vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os vloviereis a él. 
• Oh mi Cristo, cambia el corazón de piedra por uno de carne en tus siervos, 
• y auméntales geométricamente la fe.
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores,
• danos sabiduría de lo alto, 
• para darle inusitado valor a tus misericordias y favores,
• oh Santo, Santo, Santo. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• sabemos que Tú eres el único Dios verdadero.
• Y que, siguiendo el resplandor de tu majestuosa luz,
• alcanzaremos la salvación eterna en el día postrero.
• 
  
• Oh Alto y Sublime,
• en ser hacedores de la Sagrada Palabra, profesamos la única y santísima verdad. 
• Y nada le será obstáculo en el que la cumple;
• mas en su solemne sometimiento alcanzará la santidad. 
• 
  
• Oh Rey de la gloria,
• nuestra Cristocéntrica identidad,
• es el culmen de haber testificado, oh Señor, en tu bendita memoria,
• para al fin alcanzar la gloriosa eternidad. 
•                       Paz de Cristo 

LO IMPREVISIBLE PARA EL SER HUMANO, SE HACE REAL EN CRISTO

• La Biblia dice: Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre. 
• Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; como un escudo lo rodearás con tu favor.
• Oh mi Cristo, tu sobrenatural mimbre nos sustentará siempre;
• porque de tu majestuoso nombre emana el celestial candor.
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• desde antes de la fundación del mundo, somos siervos de tu sagrado linaje.
• Y guiados, oh Señor, por la rectitud de tu senda incorruptible, 
• nunca nos acordaremos del inservible equipaje.
• 
  
• Oh Sumo Redentor, 
• en tu muerte  y muerte de cruz, 
• raiste de nuestra alma el séptico dolor;
• y nos revestiste con el lino resplandeciente de tu admirable luz.
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• nada dejaste al azar.
• Y es en el Lugar Santísimo, 
• donde el corazón contrito y humillado, rendido a tus santísimos pies, te puede sin tiempo adorar.
• 
  
• Oh gran Yo Soy, 
• el arrebatamiento de tu amada Iglesia se acerca.
• Y será un día como hoy,
• cuando veremos tu santa faz en la morada eterna.
•                      Paz de Cristo 

LA BENDICIÓN DEL CIELO NADIE LA PUEDE MENOSCABAR, OH CRISTO

• La Biblia dice: La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella. 
• El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; pero es destrucción a los que hacen maldad.
• Oh mi Cristo, tu Sagrada Palabra nos conforta ante la humana displicencia,
• que pende del pernicioso abismo de la inveracidad.
• 
  
• La Biblia enseña: Entonces entraron en discusión sobre quien de ellos sería el mayor.
• Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomo a un niño y lo puso junto a sí;
• y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande. 
• Oh Cristo Jesús, la Biblia nos habla del pobre en espíritu que por mor, 
• tiene dependencia absoluta de ti.
• Y predica la Sagrada Palabra hasta los confines de la tierra, sólo y exclusivamente para loarte.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• tu majestuosa gloria era manifiesta en todo lugar. 
• Y en tus milagros físicos intervenía con gran predicamento la fe,
• para dar solemnidad a la gracia de amar.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• Tú siempre consideraste la grandiosidad de no haber perdido a ningun siervo que el Padre te había dado.
• Y es que, al que creyó en tu santo nombre; 
• si en tu sana doctrina perseverare, podría en el día postrero ser bienaventurado. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• el fiel de tu perfecta balanza, ninguno lo puede adulterar.
• Y únicamente Tú sabes, oh Señor, las almas que irán al cielo,
• para en él eternamente morar. 
•                  Paz de Cristo 

LA REVELACIÓN SIEMPRE INDICA EL NIVEL DE FE EN CRISTO

• La Biblia dice: Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
• Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. 
• Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argűirá por lo que oigan sus oídos;
• sino que juzgará con justicia a los pobres, y argűirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 
• Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
• Oh mi Cristo, a tu genuino siervo bendices,
• porque en todo tiempo te alabará.
• Y es que, únicamente tus verdaderos hijos,
• darán su vida por ti, oh Cristo;
• porque no fueron engendrados por obra de varón, sino que tu excelsa diestra, oh Señor, les dio gracia para que fueran hechos una nueva criatura. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• de manera inequivoca, los profetas con ochocientos años de antelación anunciaron tus milagros. 
• Y por ser Tú el autor y consumador de la fe,
• en ti, oh Rey de la gloria, tus auténticos siervos nos regocijamos.
• 
  
• Oh Santo, 
• ningún ser humano puede dar valor a tus gloriosos hechos;
• porque nadie puede decir que ha estado en el eterno santuario, 
• y demostrarlo con bíblicas señales a los cuatro vientos.
• 
  
• Oh Eterno, 
• los misterios de tu gloria nunca podrán ser probados con la humana razón.
• Y es que, habrá que traspasar el umbral del cielo,
• para su enigmática y precisa constatación. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• ante los hechos consumados de tu muerte, y muerte de cruz, sepultura, resurrección y ascensión a los cielo; no existe de facto ningún cabo suelto.
• Sin embargo, lo que refiere la Sagrada Escritura del arrebatamiento de tu amada Iglesia, oh Señor,
• esta encriptado en la anhelada esperanza de su cumplimiento. 
•                     Paz de Cristo 

PRESERVA TU IDENTIDAD ESPIRITUAL EN CRISTO

• La Biblia dice: Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; sólo tú eres Dios. 
• Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre. 
• Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre. 
• Porque tu misericordia es grande para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol.
• Oh mi Cristo, guárdame en tu gloriosa santidad por los siglos,
• para que en la pureza mi alma se enraice.
• Y de la gracia que del cielo recibiere, 
• será concernido mi espíritu de tu perfecta sabiduría, oh Señor. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• en tu ministerio público hubo una palpable demostración de que eres Dios manifestado en carne.
• Y unicamente el que está carente de fe,
• no lo sabe.
• 
  
• Oh Sumo Redentor, 
• en tu sacrificio de cruz en el Calvario, 
• quedo irrefutablemente probado, oh gran Dios, que Tú eres el Omnipotente Salvador.
• Y que te despojaste de tu báculo, trono y corona, oh gran Yo Soy, para descender del eterno santuario. 
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• de tu omnipresencia, oh Cristo Jesús, al que no cree en la doctrina de Unicidad, no le es dado hablar, porque no le ha sido revelado tu majestuoso nombre. 
• Y será cuando venga en su reino en el día postrero,
• cuando todo ojo verá al único Dios, el Hijo del Hombre. 
• 
  
• Oh Rey de la gloria, 
• asido de tu excelsa diestra, 
• no existirá cabo suelto que no preserve mi anhelada y espiritual victoria;
• siempre inmerecidamente concedida, oh Altísimo Señor, por tu inconmensurable misericordia. 
•                         Paz de Cristo 

TU AFLICCIÓN SE RESUELVE EN CRISTO

• Jesús, dijo: Si me amáis, guardad mis mandamientos. 
• Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre:
• el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora en vosotros, y estará en vosotros. 
• No os dejaré huerfanos; vendré a vosotros.
• Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
• En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 
• El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 
• Oh mi Cristo, tus bíblicos preceptos, 
• darán su espiritual resplandor eternamente.
• Y por ser celosos, 
• en poner por obra sus vivificantes versiculos, 
• os santificareis.
• Y porque sois mis auténtico siervos,
• con la excelsa diestra os sustentaré.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• en tu verdad existe una irrefutable certeza. 
• Y Tú, oh gran Yo Soy, nos has revelado tu majestuoso nombre, 
• para recibir de gracia la salvación eterna. 
• 
  
• Oh Santo, 
• todo el texto bíblico para vencer al imperio de la muerte, 
• viene pormenorizado en el Sagrado Escrito, 
• y fue definido en el gloriosa eternidad indefectiblemente.
• 
  
• Oh Eterno, 
• es tu multiforme gracia, la que nos resuelve toda aflicción. 
• Y porque sabemos, que tu provisión desciende del cielo, 
• te honramos, oh Señor, no solo de labios, sino de todo nuestro corazón. 
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• tus genuinos siervos, gracias te damos por tu celestial bendición. 
• Y es que, en nuestro enderredor, 
• aún es audible el eco universal,  oh Rey de la gloria, cuando verbalizaste para nuestro regocijo, tu majestuoso e indeleble perdón.
•                              Paz de Cristo 

MERIDIANA ES TU JUSTICIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 
• Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 
• No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 
• Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. 
• Oh mi Cristo, el disoluto ser humano la Sagrada Palabra refutará;
• porque carece de entendimiento espiritual en su revelación, donde ha lugar la más prodigiosa esencia. 
• Y somos tus verdaderos siervos los que con denuedo predicamos,
• hasta lo último de la tierra el Evangelio de la gracia, a todo el que vive en la carne, y serle una barrera insalvable su estulticia; siendo lastrado por el maligno en su ancestral obscuridad, oh Señor, careciendo de suficiente luz para en tu santo nombre creer.
• 
  
• Oh Cristo Redentor,
• la dureza de corazón impide a la perversa humanidad, tener la sabiduría de lo alto, para dar por hecho que Tú eres Dios manifestado en carne. 
• Y es que, el pábilo humeante ofrece al ser humano una escasísima visión de amor,
• que nunca le permitirá crecer espiritualmente.
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• Tú nos ofrendas día y noche,
• tus misericordias y favores;
• pero en la sordidez del pagano, nada de esto acontece.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• tus llamados incesantes, son para restaurar al descarriado en tu sobrenatural rueda;
• y se produzca en el perdido un nuevo nacimiento, 
• que le dé bendición y vida eterna.
• 
  
• Oh Alfa y Omega,
• en tu glorioso nombre no existen dobleces.
• Y tu justicia es meridiana,
• para derramar abundante gracia sobre los endurecidos corazones.
•                       Paz de Cristo 

A SALIR DEL OBSCURO TRASFONDO DEL ABISMO NOS AYUDÓ TU MISERICORDIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 
• Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
• Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. 
• Oh mi Cristo, el perfecto siervo es fiel e ilimitado en tu adoración;
• y vive siempre con el paraiso interiorizado, 
• del celestial gozo.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• lo indubitable siempre fue de facto en tu Santo Espíritu. 
• Y por ser el autor y consumador de la fe,
• en la execrable crucifixión y muerte del Calvario, nos diste vida y vida en abundancia, oh Altísimo Señor Jesucristo. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• nunca loaremos con incomparable fulgor,
• tu nombre que es sobre todo nombre;
• y estaremos contrayendo contigo, oh Rey de la gloria, una galopante deuda de amor.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• Tú has desnudado tu alma para ofrendarsela a toda la humanidad. 
• Y el mundo perverso;
• aún se jacta duro de cerviz, ante la santísima verdad. 
• 
  
• Oh gran Dios, 
• ningún fruto dio el árbol seco, que en tu juicio se obstine en no ser talado.
• Y es que, tus preceptos bíblicos, oh Santo, tuvieron cumplimiento en tus discípulos consagrados;
• pero el que, en tu majestuoso nombre no creyó, a toda senda angosta la dio de lado.
•                        Paz de Cristo 

EL QUE JAMÁS YERRA ES EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia dice: ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
• Porque ¿quien entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?
• ¿O quién le dio a él primero, para que le fuera recompensado?
• Porque de él, y por él, y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. 
• Oh mi Cristo, son tus preceptos bíblicos, 
• los que habremos puesto por obra, para que sean pesados por tu infalible balanza en el día postrero. 
• Y sólo el que sea bienaventurado, 
• traspasará el glorioso umbral del Edén. 
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• la obediencia y humillación hasta la muerte, para vencer al imperio de la muerte,
• únicamente tenía una respuesta, tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario.
• Y nos libertaste, oh Señor, del que nos acechaba para devorarnos, como león rugiente. 
• 
  
• Oh Rey de la gloria, 
• cuando tu templo estaba destruido, y yacías en un nuevo sepulcro;
• nadie entendió que el Omnipotente tenía arrestos suficientes para la victoria, 
• y que su resurrección al tercer día, iba a confinar al diablo estupefacto y mudo.
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• gracias te damos oh Cristo Altísimo, 
• por tener el privilegio de ser tu obra maestra;
• y con el corazón contrito y humillado dejar arrepentidos a tus pies nuestras culpas en el Lugar Santísimo. 
• 
  
• La Biblia enseña: Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 
• Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
• sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 
• y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
• a fin de que nadie se jacte en su presencia. 
• Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
• para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. 
• Oh Santo de Israel,
• de ti parten todas nuestras bendiciones. 
• Y la gloria de poder conocerte, 
• nos ha sido dada por el don de la fe,
• por ser inherente a tu excelencia.
• Y todo lo recibido a la sazón, 
• oh Rey de la gloria, emana de tu excelso amor. 
•                   Paz de Cristo 

LAS PROMESAS SE CUMPLIRÁN SIEMPRE EN TU TIEMPO, OH CRISTO

• La Biblia dice: Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 
• El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 
• Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 
• Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,
• esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
• Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 
• Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 
• Oh mi Cristo, tu estela bendita sirve de guía, 
• al espiritualmente sediento. 
• Y por tus genuinos heraldos, a lo largo y ancho del mundo, las Sagradas Escrituras serán predicadas,
• para dar de gracia, lo que de gracia pudimos recibir.
• Pero los cielos no santificarán,
• a los tibios llenos de impudicia;
• y por tanto, contrarios a la santísima verdad. 
• 
  
• La Biblia enseña: Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
• Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado. 
• Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón. 
• He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados;
• produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré. 
• Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. 
• No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos. 
• Oh Rey de reyes, tus santos siervos serán glorificados. 
• Y no habrá ninguno de ellos, que por tu excelsa diestra fuere desechado.
• Sin embargo, al que sea de perdición, 
• al que obedece a los instintos malvados, 
• a este desecharé;
• e irá al lago de fuego, 
• que es el lugar de vergüenza y confusión por la eternidad para los malditos.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• guárdanos del espíritu pusilánime y cobarde.
• No permitas que el maligno impregne nuestra alma de su séptico hedor, 
• para caer en el obscurantismo de su muerte.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• no sería explicable tu muerte, sepultura y resurrección, sin que la perversa maldad del impío, tuviera que lacerar y crucificar para su propia redención, tu cuerpo santo.
• Y fue por tu excelso amor,
• oh Rey de la gloria, por lo que tuviste conmiseración del ser humano, y para darle vida descendiste de tu eterno santuario. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• en tu sobrenatural rueda, 
• a puesto su esperanza para ser un vaso nuevo;
•  si de gracia, oh Señor, le hace incorruptible la sagrada senda.
•                   Paz de Cristo 

SÉ DEL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA EN CRISTO

• La Biblia dice: Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;
• y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
• y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. 
• He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
•  Oh mi Cristo, por ser tu siervo genuino, 
• de tu gracia con firmeza he de sustentarse.
• Y la Cristocéntrica gloria mi final es,
• para estar eternamente contigo, oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, en la nueva Jerusalén. 
• 
  
• Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 
• Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
• Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mi viene, no le echo fuera.
• Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 
• Y ésta es la voluntad del Padre que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 
• Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 
• Oh Rey de reyes, a tus verdaderos siervos con la Sagrada Palabra confrontarás,
• para que sobre ningún precepto flaqueéis.
• Y la pondréis por obra, 
• para arrostrar al que por acción o por omisión la falseó. 
• Porque tu justo juicio,
• oh Señor, definirá nuestro perfecto sendero.
• 
  
• Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
• Y fue, oh Dios, tu luz admirable la que nos rescató de las inmundas tinieblas.
• Tú eres, oh Santo de Israel, la estrella resplandeciente de la mañana, 
• y de su radiante luz nuestra alma fue revestida, 
• para guardarse de las entenebrecidas sendas.
• 
  
• Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
• Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y saltadores; pero no los oyeron las ovejas.
• Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará,  y saldrá, y hallará pastos.
• El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 
• Oh Santo, a tus piedades claman con fervor nuestras almas, 
• porque ellas nos proveen las celestiales esencias.
• Y por tu inmensa misericordia seremos salvos,
• oh Señor, en tus moradas de eterna excelencia. 
• 
  
• Jesús, enseña: Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas. 
• Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 
• Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 
• Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
• así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre, y ponga mi vida por las ovejas. 
• Oh gran Dios, el que tenga oídos, oiga tus poderosas sentencias. 
• Aquí nos hablas, oh Eterno, de tu santa paciencia, 
• para actuar siempre con tus clemencias;
• y que no se arredren,
• ante los que vierten sobre ellas sus inmundicias sépticas.
• 
  
• Le dijo Jesús, Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
• Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
• Para ser gloriosamente santos, toda nuestra perversión raerá,
• nuestro Omnipotente Señor Jesucristo. 
• 
  
• Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 
• Y si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 
• Oh Alfa y Omega, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin. 
• Sí, Tú eres el único Dios, oh Soberano Señor Jesucristo. 
• 
  
• Jesús, constata: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 
• Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 
• Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 
• Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 
• Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer. 
• Oh Sumo Hacedor, 
• ser tu hijo es un auténtico prodigio;
• y me falta un glorioso paso, para en tu santo nombre ser bienaventurado. 
• Y perseveraré hasta el fin,
• para en la gloria tu santa faz ver.
•                      Paz de Cristo 

LO PERFECTO SÓLO ES EN CRISTO

• Jesús, dijo: Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
• Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
• para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 
• Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
• Y si saludáis a vuestros hermanos solamente,  ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
• Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. 
• Oh mi Cristo, 
• percibiremos las pruebas con sumo gozo, de los que nos afligen;
• y de gracia sentiremos, en el nombre que es sobre todo nombre el haber sido glorificados.
• Y en el trato con los profanos,
• sed apacibles;
• porque eso será convergente a la  paz del Señor, que sobrepasa todo entendimiento. 
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• porque Tú eres Dios manifestado en carne;
• nadie hubo más perfecto en la tierra, ni que tuviera tan gloriosos bienes. 
• Y jamás habrá nadie que a la humanidad más ame.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• fue tu muerte, y muerte de cruz la demostración palpable del excelso amor que profesaste a las hordas más indignas de seres humanos. 
• Supliste con sobrenatural gracia, oh Rey de la gloria, nuestra atrabiliaria ira con la belleza de tu candor;
• para darnos a entender, que como Él también podemos ser santos.
• 
  
• Oh Santo, 
• aspiramos a ser linaje probo de tu heredad.
• Y anhelamos una progresión geométrica en tu perfecta dádiva de lo alto,
• para ser revestidos de celestial santidad.
• 
  
• Oh Eterno, 
• nada podrá desnortarnos,
• de la gracia del cielo;
• si únicamente en tu perfección, oh gran Yo Soy, nos gloriamos.
•                      Paz de Cristo 

LA SÉPTICA PERVERSIÓN DEL SER HUMANO, DESECHA TU SAGRADA PALABRA, OH CRISTO

•  Jesús, dijo: Porque de tal manera amó  Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 
• Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 
• El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 
• Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
• Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
• Mas  el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
• Oh mi Cristo, todos tus preceptos biblicos son de bendición a la sordidez del alma,
• porque en ella propician la fe.
• Y han de dar ejemplo al mundo, oh Señor, tus siervos consagrados;
• para concernir al perverso de las obras santas,
• y con fervor ser obedecidas,
• por los espiritualmente desnortados.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• todo vaso que quiera salir de su extravío, habrá de postrarse a tus pies con adoración; no sin antes, haber sido moldeado por tu sobrenatural rueda.
• Y será a la sazón un nuevo  nacimiento, 
• capaz de ofrecer resistencia a la más inmunda prueba. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• el que se somete a tu gracia santa,
• ha de velar y orar de continuo para estar firme,
• y no verse sorprendido por la demoniaca asechanza.
• 
  
• Oh Cristo Jesús,
• a sabiendas de que éramos empecinados pecadores;
• no diste un paso atrás, para redimirnos con tu santísima vida en el más execrable sacrificio de cruz,
• habiendo derramado tu majestuoso perdón sobre tus viles escarnecedores. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• Tú arrebatarás indefectiblemente a la amada Iglesia sin arruga y sin mancha.
• Pero únicamente elevarás contigo a las nubes, oh gran Dios, a las benditas almas que se hayan consagrado a tu glorioso nombre, 
• para vivir en la eterna e inexpugnable morada. 
•                       Paz de Cristo 

Y EN MÍ CONSAGRACIÓN BUSCARÉ CON EXTREMA FE TU ROSTRO, OH CRISTO

• Jesús, dijo: ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
• Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
• pero os digo, que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
• Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
• No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
• Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 
• Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 
• Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.
• Oh mi Cristo, la asignación que has dado a tu probo siervo, 
• la recibirá de gracia; 
• y la anunciará de gracia a los escépticos.
• Y al que su opacidad espiritual no le permite ver, 
• con gran celo le serviremos,
• oh Señor, para que se manifiesten las incomparables glorias,
• que emanarán desmedidas 
• de tu santuario celestial.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• Tú eres Dios manifestado en carne; y sólo tu gracia creadora tiene el poder de transformar la primigenia naturaleza de lo que es en sí mismo un prodigio. 
• ¿Por qué como surge que el agua aquel, 
• oh Cristo Jesús, la pudieras convertir en el más delicioso vino?
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• nada resultará imposible, 
• para el siervo que con inusitada fe invoca tu majestuoso nombre;
• porque así tu Sagrada Palabra lo dice.
• 
  
• Oh Rey de reyes,
• nos resta un largo camino en la búsqueda de tu glorioso rostro;
• e interiorizar tus postulados sobrenaturales,
• para conocer espiritualmente su trasfondo.
• 
  
• Oh Alfa y Omega,
• a tu misteriosa eternidad no entraremos sin tener un cuerpo glorificado.
• Y únicamente dispondrá de esta milagrosa vestimenta,
• el siervo bienaventurado. 
•                  Paz de Cristo 

ESPERA PACIENTEMENTE EN CRISTO

• La Biblia dice: Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.
• Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá. 
• Oh mi Cristo, únicamente el que eleve su oración con ilimitada fe,
• en tu santo nombre esperará.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• de tu linaje celestial,
• esencia anhelamos ser,
• para de gracia sentir lo espiritual de lo espiritual. 
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• en  nuestros sueños de más belleza,
• nunca pudimos imaginar que de tu gloria emanara tan excelso amor;
• y es que, oh Señor,  tu gozo es nuestra fortaleza.
• 
  
• Oh gran Dios, 
• nada nos puede conmover más que ver tu santa faz.
• Y porque somos tus hijos consagrados, 
•  predicaremos con denuedo la Sagrada Palabra, para que conozcan hasta los confines del mundo la Cristocéntrica verdad. 
•                   Paz de Cristo 

LA MENTIRA, ANATEMA EN CRISTO

• Pero Jesús decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre.
• Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
• los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.
• Todas estas maldades del hombre salen, y contaminan al hombre. 
• Oh mi Cristo, siempre invocaremos tu majestuoso nombre, 
• cuando estemos necesitados de tus celestiales auxilios. 
• Y para que de tu santísima verdad no tengamos escasez, 
• fervientemente te alabaremos y exaltaremos, oh Hijo del Hombre. 
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• primorosa transparencia hubo en tu ajusticiamiento de la cruz del Calvario. 
• Nunca jamás para nadie tuvo cabida la mentira en tan execrable sacrificio, del que al tercer día fuiste el primogénito de los muertos resucitado.
• Y no otro, sino Tú, oh gran Yo Soy, es el que inmarcesiblemente vive en el eterno santuario. 
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• de tu agua viva saciamos nuestra espiritual sed.
• Y nos revestiste de santidad en el Lugar Santísimo; 
• para con ojos espirituales, rescatar al inmundo de su perversa sordidez. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• en tu ministerio público, nos hiciste visible la sagrada senda de gloria. 
• Y por ser tus genuinos heraldos en fe;
• sin desmayo, oh Rey de reyes, seguimos testificando en tu excelsa memoria.
• 
  
• La Biblia enseña: Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
• He aquí, he recibido orden de bendecir; Él dio bendición, y no podré revocarla.
• Oh Jehová, 
• irrefutable es tu Sagrada Palabra. 
•                Paz de Cristo 

SÉ SANTO Y SERÁS SALVO EN CRISTO

• La Biblia dice: Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,
• no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
• para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 
• alumbrando los ojos de vuestros entendimiento, para que sepáis cual es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
• y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 
• la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 
• sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 
• y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
• Oh mi Cristo, tu redención en la cruz del Calvario, se sustenta en la eterna salvación para todos los seres humanos, por haber derramado sobre el mundo tus gloriosas bendiciones. 
• Pero condición indispensable es la fe,
• que es irrenunciable para poder salvarnos. 
• Porque el que no creyere en el majestuoso nombre de Jesús,
• no morará en la santísima gloria eterna.
• Y será tu infalible balanza, oh Señor, la que pese los corazones, 
• para ser de salvación o condenación en el día postrero,
• del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, que decide el justo veredicto eterno.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• tu carne fue al extremo lacerada en tu abominable sacrificio, que libertó de la esclavitud del pecado a las viles y sépticas almas.
• Y por la propiciación de tu excelso amor,
• oh Rey de la gloria, y con el derramamiento de tu preciosa sangre hiciste el nuevo pacto de la gracia, para guardarnos en tu regazo como criaturas santas.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• buena parte de los seres humanos que no perseveraron en tu santo nombre, tuviste que moldearlos en tu rueda, 
• para que en ellos se hiciera de facto un nuevo nacimiento, 
• que de santa vida les revistiera.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• el ser humano que por su torpeza se extravía,
• nunca entendió lo que significa gloriarse en tu bendito nombre;
• porque a su alma le pudo la apostasía.
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• Oh Alfa y Omega, 
• interiorizar el incomparable prodigio que significa vivir,
• nos llevará a reconocer, oh Eterno, tu sobrenatural gracia,
• por ser el primero y el último, el principio y el fin.
•                    Paz de Cristo 

TODA POESÍA QUE DESCIENDE DEL CIELO ES PARA TU EXALTACIÓN, ALABANZA Y ADORACIÓN, OH CRISTO

• La Biblia dice: En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. 
• Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades.
• Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
• Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. 
• Oh mi Cristo, anhelamos cumplir tu propósito en nuestro espíritu, 
• desechando todas las perniciosas e inmundas ambigüedades.
• Porque el que da de tu gracia, oh Señor, es el bienaventurado, 
• por ser el bendito fruto de tus auténticos hijos.
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• el ministerio del evangelismo con poética desmesura,
• es un don con radiante luz, 
• para el que siente el inconmensurable fervor de aportar bellas pinceladas Cristocéntricas a la Sagrada Escritura. 
• 
  
• Oh Santo, 
• ha de ser siempre el precepto bíblico,
• el que a través de la sabiduría de lo alto,
• confirme y apruebe tu espíritu poético. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• para rendirte exaltación, alabanza y adoración, 
• se ha de pedir inspiración a la Sion del cielo, 
• para que emane la gloriosa poesía de todo tu corazón. 
• 
  
• Oh Rey de la gloria,
• el heraldo poético trata de abrir una senda nueva para la conversión del alma.
• Y ser consubstancial a la santísima memoria, 
• del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo que más nos ama.
•                       Paz de Cristo