- La Biblia enseña: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablando visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.
- Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.
- Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?
- He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos.
- No se apartará el furor de Jehová hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en los postreros días lo entenderéis cumplidamente.
- No envié yo a aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban.
- Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
- ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios de muy lejos?
- ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no los vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
- Oh mi Cristo, en tu santo nombre, ninguna ignominia se tapará;
- y mucho menos, de los que os autocalificáis como siervos consagrados.
- Porque al Todopoderoso, nunca nadie lo burló;
- y tampoco los malvados disfrazados de santos.
- A todos los impíos, les acompaña la maldad fielmente;
- aunque ellos, con sus estudiadas formas la ocultan.
- Oh Santo, Tú auscultas el corazón de todas las almas;
- y sabes sus infames vicios ocultos,
- que afloran con la doble incisión de tu espada excelsa.
- Oh Santo de Israel,
- el pecado no tuvo cabida, ni por activa ni por pasiva, en tu pensamiento.
- Y los que anhelamos emular tu fe,
- hemos de asumir en el tiempo de la Sagrada Palabra, su perfecto cumplimiento.
- Oh Alto y Sublime,
- la grandiosa manifestación de tus milagros, acercan a nuestra carne el encriptado conocimiento de la celestial verdad.
- Pero aún, oh Señor, siendo siervos de tu linaje,
- no percibimos ni una ínfima parte de la sobrenatural eternidad.
- Oh Hijo del Hombre,
- en tu paz nos deleitanos sobremanera.
- Y el culmen es la revelación de tu majestuoso nombre,
- que continúa transformando al ser humano en toda la tierra.
- Oh Sumo Hacedor,
- es de grado tan sublime,
- la universalidad de tu amor;
- que es imposible discernirlo, con nuestra ambigua y obnubilada mente.
- Paz de Cristo
jueves, 8 de junio de 2023
JAMÁS FALSEES LA VERDAD EN CRISTO
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