- La Biblia dice: Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
- Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
- Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
- Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios os perdonó a vosotros en Cristo.
- Oh mi Cristo, da provisión de lo alto a tus siervos, para que sea benevolentes,
- de todo su corazón.
- Y quita la perniciosa estulticia,
- de las profundidades de su espíritu.
- Oh Cristo Redentor,
- en tu execrable sacrificio de cruz, no tuviste ningún impedimento, en verbalizar a las hordas infames tu majestuoso perdón.
- Y de tal medida fue tu amor,
- que a toda la humanidad la libertaste de la esclavitud del pecado, con tu sobrenatural redención.
- E inconmensurable fue tu amor,
- para exonerarnos de nuestras vilezas con la justificación.
- Oh Alto y Sublime,
- la vida del ser humano, tubo un antes y un despues de tu muerte, sepultura y resurrección.
- Y torpe será el que se extravie,
- de tan grandiosa bendición.
- Oh Santo,
- tu perfecta senda es luz, para los que quieran salvar su alma.
- Y la sabiduría de lo alto,
- nos dará revelación de la Sagrada Palabra.
- Oh Eterno,
- no existe ninguna prueba,
- que nos pueda apartar del cielo,
- para morar en la Jerusalén eterna.
- Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario