SOBRE LO QUE PREDIQUES TIENES QUE DAR CUMPLIMIENTO EN CRISTO

• La Biblia dice: A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin  precio, vino y leche.
• ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
• Oh mi Cristo, con tu gracia toda maldad se vence;
• y es que, el eterno santuario, consiente abrir su celestial puerta a las almas de santidad pura.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• ceñirse al texto biblico es primordial al predicar tu Sagrada Palabra. 
• Pero para el que cree en tu majestuoso nombre, 
• no poner por obra lo que se predica es una cuestión nefanda.
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• Oh Cristo Jesús, Tú diste cumplimiento a todo lo que se había escrito sobre ti en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
• Entonces les abriste el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
• y les dijiste: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
• y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 
• Y vosotros sois testigos de estas cosas.
• He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos del poder de lo alto. 
• Oh Cristo Altísimo, gracias te damos por el privilegio de ser tus siervos, 
• y habernos hecho nuevas criaturas. 
• En tu gracia nuestra alma confía,
• porque Tú eres el Amén. 
• Y nos has colmado inmerecidamente de bendiciónes hermosas.
• oh Santo. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• de tus silencios en la cruz del Calvario habla tu eterno poder.
• Y respaldados por lo que excede de todo conocimiento, que es tu excelso amor;
• es condición indispensable para ser salvos, que en tu majestuoso nombre hemos de creer.
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• Oh gran Yo Soy,
• el arrebatamiento de tu amada Iglesia, en un abrir y cerrar de ojos acontecerá. 
• Y será un día como hoy,
• cuando mi alma tu santísima faz verá.
•                    Paz de Cristo