A SALIR DEL OBSCURO TRASFONDO DEL ABISMO NOS AYUDÓ TU MISERICORDIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 
• Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
• Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. 
• Oh mi Cristo, el perfecto siervo es fiel e ilimitado en tu adoración;
• y vive siempre con el paraiso interiorizado, 
• del celestial gozo.
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• Oh Santo de Israel, 
• lo indubitable siempre fue de facto en tu Santo Espíritu. 
• Y por ser el autor y consumador de la fe,
• en la execrable crucifixión y muerte del Calvario, nos diste vida y vida en abundancia, oh Altísimo Señor Jesucristo. 
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• Oh Hijo del Hombre, 
• nunca loaremos con incomparable fulgor,
• tu nombre que es sobre todo nombre;
• y estaremos contrayendo contigo, oh Rey de la gloria, una galopante deuda de amor.
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• Tú has desnudado tu alma para ofrendarsela a toda la humanidad. 
• Y el mundo perverso;
• aún se jacta duro de cerviz, ante la santísima verdad. 
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• Oh gran Dios, 
• ningún fruto dio el árbol seco, que en tu juicio se obstine en no ser talado.
• Y es que, tus preceptos bíblicos, oh Santo, tuvieron cumplimiento en tus discípulos consagrados;
• pero el que, en tu majestuoso nombre no creyó, a toda senda angosta la dio de lado.
•                        Paz de Cristo