NUNCA PODRÁS JUSTIFICAR TU INIQUIDAD AL ARBITRIO DE SATANÁS, BUSCA CON EXTREMO QUEBRANTAMIENTO EL PIADOSO PERDÓN DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia dice: Éste es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. 
• Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
• pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 
• Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
• Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
• Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. 
• Oh mi Cristo, imposible será sepultar nuestro yerro sin fe,
• porque únicamente lo raeremos de nuestra existencia, oh Señor, ciñéndonos de tu inmarcesible santidad.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• porque confío en tu grandiosa misericordia,
• he sido moldeado en la perfecta rueda, oh Rey de la gloria, para dar veracidad a un nuevo nacimiento, 
• siendo concernido de tu multiforme gracia. 
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• Oh Santo de Israel, 
• de tus sobrenaturales milagros, no hubo otro mayor que la conversión de las almas.
• Y es que, oh Señor, con tu prodigiosa provisión del don de la fe,
• el viento de Sion las dio espirituales alas.
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• Oh Cristo Jesús, 
• ¿en qué vicisitud aborrecible se ve inmerso el ser humano, para que después de convertido caiga en la perversa e inmunda red del maligno?
• ¿Será qué su carne se rebeló, haciendo caso omiso, oh Rey de reyes, de tu gloriosa y celestial plenitud?
• No hagas nunca más desdén de la excelsa eternidad, porque en ella te está esperando, como oveja de su prado el Rey Altísimo. 
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• Oh Alfa y Omega, 
• tus siervos escogidos, desde antes de la fundación del mundo, estamos asignados en tu propósito eterno. 
• Y Tú, oh gran Yo Soy, eres la estrella resplandeciente de la mañana; 
• que siempre darás luz, al humillado corazón de tu arrepentido siervo.
•               Paz de Cristo