PREDICA LA SAGRADA PALABRA A TODAS LAS ALMAS, NO HACIENDO DISCRIMINACIÓN DE PERSONAS EN CRISTO

• La Biblia dice: Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma;
• que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
• He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
• Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día. 
• Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. 
• Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho.
• Oh mi Cristo, en la santidad del que te ama,
• has concernido tu única y perfecta verdad. 
• No loa tu Sagrada Palabra,
• sino el que en ella se gloría. 
• Oh gran Rey, tus auténticos discípulos son los que perseverarán hasta el fin,
• para traspasar el umbral del siervo bienaventurado. 
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• todo ser humano ha de curstionarse la prodigiosa oportunidad de salvación. 
• Siempre ha de primar su tiempo efímero,
• para que no pierda tan gloriosa ocasión.
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• Oh Rey de la gloria,
• la medida insoslayable de nuestra vida;
• no puede ser otra, oh Señor, que testificar en tu santa memoria,
• para que por los cielos sea bendecida.
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• Oh Alfa y Omega, 
• guárdanos en tu tabernáculo. 
• Y preserva a toda alma consagrada,
• de caer en el abismo ignominioso.
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• Oh Santo,
• sin la gracia recibida,
• nadie podría ser salvo,
• en las moradas de eterna vida.
•                         Paz de Cristo