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jueves, 1 de junio de 2023

HUYE DE LA ALTIVEZ, SÉ MANSO Y HUMILDE EN CRISTO

  • La Biblia dice: Por tanto, si hay alguna consolación, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún efecto entrañable, si alguna misericordia,
  • completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
  • Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demas como superiores a él mismo;
  • no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 
  • Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
  • el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
  • sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 
  • y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
  • Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 
  • para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 
  • y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. 
  • Oh mi Cristo, de tu eterna magnificencia, 
  • habla con meridiana precisión la excelsa diestra.
  • No existe mayor humildad que la tuya, oh Altísimo, 
  • porque en tu sacrificio de cruz, la vida fue manifiesta en tus genuinos siervos. 
  • Y de tu majestuosa luz,
  • nuestro ser pudo revestirse,
  • con las más bellas bendiciones. 
  • Y concernidos, oh Señor, por tu indubitable plenitud,
  • oh Hijo del Hombre,
  • será nuestra morada contigo en la gloria;
  • ya que por tu gran misericordia, a tus irreprensibles heraldos preparaste.

  • Oh Cordero inmolado, 
  • después de tu muerte, y yacer tres días en el sepulcro, 
  • el universo resplandeció, por ser el primogénito  de los muertos resucitado.
  • Y gracia sobre gracia ofrendaste, oh Rey de reyes, al que anheló ser eternamente tu perfecto siervo.

  • Oh Santo de Israel, 
  • por ser Dios manifestado en carne, tu fragancia celestial se posó en todas las hendiduras de la tierra.
  • Guardaste, oh Señor, al que en tu sobrenatural nombre tuvo fe;
  • y no tuvo ningún impedimento, para testificar de tu bendita gloria.

  • Oh Sumo Alfarero, 
  • el que pasó voluntariamente por tu prodigiosa rueda, 
  • purificó sus obscenas  inmundicias para ser un vaso nuevo;
  • bendecido, oh Justo, por tu excelsa diestra.

  • Oh Cristo Jesús, 
  • nadie somos merecedores de tu santísima gloria. 
  • Pero, oh Soberano, vivir por la eternidad en tu inaccesible luz, 
  • es exclusivamente para los siervos que avanzan gozosos por la angosta senda, haciendo el surco recto hasta la final victoria. 
  •                 Paz de Cristo 

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