- Pero Jesús decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre.
- Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
- los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.
- Todas estas maldades del hombre salen, y contaminan al hombre.
- Oh mi Cristo, siempre invocaremos tu majestuoso nombre,
- cuando estemos necesitados de tus celestiales auxilios.
- Y para que de tu santísima verdad no tengamos escasez,
- fervientemente te alabaremos y exaltaremos, oh Hijo del Hombre.
- Oh Cordero inmolado,
- primorosa transparencia hubo en tu ajusticiamiento de la cruz del Calvario.
- Nunca jamás para nadie tuvo cabida la mentira en tan execrable sacrificio, del que al tercer día fuiste el primogénito de los muertos resucitado.
- Y no otro, sino Tú, oh gran Yo Soy, es el que inmarcesiblemente vive en el eterno santuario.
- Oh Cristo Altísimo,
- de tu agua viva saciamos nuestra espiritual sed.
- Y nos revestiste de santidad en el Lugar Santísimo;
- para con ojos espirituales, rescatar al inmundo de su perversa sordidez.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público, nos hiciste visible la sagrada senda de gloria.
- Y por ser tus genuinos heraldos en fe;
- sin desmayo, oh Rey de reyes, seguimos testificando en tu excelsa memoria.
- La Biblia enseña: Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
- He aquí, he recibido orden de bendecir; Él dio bendición, y no podré revocarla.
- Oh Jehová,
- irrefutable es tu Sagrada Palabra.
- Paz de Cristo
lunes, 12 de junio de 2023
LA MENTIRA, ANATEMA EN CRISTO
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