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domingo, 4 de junio de 2023

TU DON TAMPOCO ES TUYO, SINO PARA QUE TE GLORÍES EN CRISTO

  • La Biblia dice: Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
  • Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.
  • Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
  • El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. 
  • Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
  • a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 
  • hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
  • para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 
  • sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
  • de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. 
  • Oh mi Cristo, todo lo que edifica a tu amada Iglesia, le viene dado por el Santo Espíritu. 
  • Y recibe de lo alto las gloriosas bendiciones, 
  • que son provisión de tu excelsa diestra, oh Señor, 
  • para glorificar al que se postró a tus pies con el espíritu quebrantado. 
  • Y del eterno santuario se derrama el misterio de los dones reservados a tus genuinos siervos;
  • y que testifica el Sagrado Escrito,
  • para el que anhela ser tu auténtico discípulo.
  • Porque, oh Sumo Redentor,
  • tu humillación hasta la muerte, y muerte de cruz fue la santísima ofrenda hecha a toda la humanidad en el Calvario,
  • con tu majestuoso perdón.

  • La Biblia enseña: Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 
  • Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 
  • Y Dios, que levantó al Señor, también nos levantará a nosotros con su poder.
  • Oh Cristo Altísimo, la gracia todo lo sublima, 
  • en tu creado universo;
  • y esto es así, para el que en tu santo nombre ha podido creer.

  • Jesús, dijo: Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a,tu enemigo. 
  • Pero yo os digo: Amad, a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
  • para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
  • Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
  • Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis demás? ¿No hacen así también los gentiles?
  • Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
  • Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
  • orando día y noche persisten,
  • los que son tus auténticos hijos. 
  • Porque ellos viven en Cristo,
  • y lo que perciben con discernimiento,
  • les es revelado por el Espíritu. 

  • Oh Sumo Formador, 
  • nada de nuestro ser nos pertenece, somos meros administradores de lo que por su excelsa misericordia Dios nos dio. 
  • Y por tu santa piedad, oh Señor, 
  • continuamos por la senda de gloria, que para nuestra salvación Él mismo nos preparó.

  • Oh Alto y Sublime, 
  • únicamente de tu gracia dependemos.
  • Y porque tu santificación nos define,
  • hemos de aguzar el espíritu, para gloriarnos en tu sobrenatural nombre y ser tus perfectos siervos.
  •                 Paz de Cristo 

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