MERIDIANA ES TU JUSTICIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 
• Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 
• No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 
• Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. 
• Oh mi Cristo, el disoluto ser humano la Sagrada Palabra refutará;
• porque carece de entendimiento espiritual en su revelación, donde ha lugar la más prodigiosa esencia. 
• Y somos tus verdaderos siervos los que con denuedo predicamos,
• hasta lo último de la tierra el Evangelio de la gracia, a todo el que vive en la carne, y serle una barrera insalvable su estulticia; siendo lastrado por el maligno en su ancestral obscuridad, oh Señor, careciendo de suficiente luz para en tu santo nombre creer.
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• Oh Cristo Redentor,
• la dureza de corazón impide a la perversa humanidad, tener la sabiduría de lo alto, para dar por hecho que Tú eres Dios manifestado en carne. 
• Y es que, el pábilo humeante ofrece al ser humano una escasísima visión de amor,
• que nunca le permitirá crecer espiritualmente.
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• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• Tú nos ofrendas día y noche,
• tus misericordias y favores;
• pero en la sordidez del pagano, nada de esto acontece.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• tus llamados incesantes, son para restaurar al descarriado en tu sobrenatural rueda;
• y se produzca en el perdido un nuevo nacimiento, 
• que le dé bendición y vida eterna.
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• Oh Alfa y Omega,
• en tu glorioso nombre no existen dobleces.
• Y tu justicia es meridiana,
• para derramar abundante gracia sobre los endurecidos corazones.
•                       Paz de Cristo