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martes, 20 de junio de 2023

EL CULMEN DE TU EXISTENCIA ES LA GLORIA ETERNA EN CRISTO

  • Jesús, enseña: De cierto,  de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
  • Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
  • y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 
  • No os maravilléis de esto; porque todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
  • y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. 
  • Oh mi Cristo, en tus gloriosos mimbres se sustentarán, 
  • los que en tu Sagrada Palabra han creido; 
  • y por lo mismo, han loado tu santo nombre. 
  • En ti nos gloriaremos, oh Señor, 
  • viendo que nuestro cuerpo glorificado, lo arrebatará tu excelsa diestra para eterna salvación. 

  • Oh Cristo Redentor, 
  • nuestro desmesurado agradecimiento, no es capaz de evaluar el prodigio de redencion del  alma perversa, por tu preciosa sangre derramada en tu muerte, y muerte de cruz.
  • Y es que, la expiación de tu obra maestra, la hiciste por mor,
  • de su eterna plenitud. 

  • Oh Cordero inmolado, 
  • poco antes de expirar colgado del madero, verbalizaste: Consumado es.
  • Y se desconce, a día de hoy, a que se debe la estulticia del extraviado;
  • el cual se jacta de su paganismo expreso, al hacer desdén del Cristocéntrico don de la fe.

  • Oh Santo, 
  • la decisión de tomar la senda angosta, compete exclusivamente a tus auténticos siervos.
  • La senda ancha, siempre estará expedita para el profano, 
  • que no ha creido en en el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, que es el Soberano de todos los cielos. 

  • Oh Alfa y Omega, 
  • Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
  • Y ante el inminente arrebatamiento, oh Rey de reyes, de tu amada Iglesia;
  • hemos de purificar nuestro altar, y raer toda dureza de nuestra oxidada cerviz.
  •                       Paz de Cristo 

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