ETERNA FRAGANCIA EN CRISTO

Oh Cristo, del Cielo es la Sagrada lluvia, 
que purifica el alma. 
Y su prodigiosa Unción, Santa fragancia
del escogido que el Señor salva.

Majestuoso, oh Rey de reyes, en la nube vendrás,
a llevarte el perfume Eterno: tu Iglesia amada.
Y nos elevarás
a la Nueva Jerusalén, tu Altísima Morada.

En las Bodas del Cordero, oh Señor de señores, seremos Luz,
en un mundo de oscuridad.
Al habernos otorgado la plenitud,
de juzgar a la Humanidad.

Templo Universal eres Tú, oh Señor,
bienaventurado tiempo sin distancia.
La Gloria es amor,
en la Majestad de tu complaciente Excelencia.

Oh Señor  Jesucristo Todopoderoso, de Gracia somos siervos del Cielo, 
con la Corona de Justicia.
Porque al rasgarse el Sagrado Velo,
tu Lugar Santísimo nos ha concedido la Gloria Excelsa.
                             Paz de Cristo