COLOSENSES 3:12-14 EN CRISTO

• Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 
• Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 
• Oh mi Cristo, nos apartaste de las tinieblas para que pudiéramos ver tu majestuosa luz, a muchos de los que en otro tiempo eramos inicuos;
• y fuimos cautivados por la gracia del santo Evangelio. 
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• Oh Sumo Redentor, 
• con tu muerte venciste al imperio de la muerte, para darnos vida y vida en abundancia.
• Y de tal magnitud, oh Alto y Sublime, fue tu sagrado amor, 
• que en ningún momento del abominable sacrificio en la cruz del Calvario, pusiste límite a tu gloriosa excelencia. 
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• Oh Santo de Israel, 
• tu luz inaccesible, nadie ha tenido el privilegio de poder escrutar.
• Y es que, oh Señor, Tú eres el autor y consumador de la fe; 
• y a tu nombre únicamente, cada segundo de nuestra vida hemos de adorar.
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• Conocer al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
• es imposible para los rudimentos de nuestra precaria mente.
• Y será la sublime verdad del Santo Espíritu,
• la que dé paz a las almas que te hayan amado, oh Rey de reyes, con devoción reverente.
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• Oh Alfa y Omega, 
• en la predicación de tu Sagrada Palabra, hemos de poner un inconmensurable celo.
• Y nada hará retroceder a tu amada Iglesia;
• porque morará en la incomparable gloria, postrada a los pies del Eterno. 
•                    Paz de Cristo