LA PREDICACIÓN POÉTICA, MANIFESTACIÓN DE GLORIA EN CRISTO

• Oh mi Cristo, al transcribir el espiritual mensaje, 
• se manifiesta tu majestuosa gloria.
• Y no existe, oh Señor, provisión tan inefable,
• que nos ha sido revelada en la espiritual belleza del corazón; y que, únicamente, en el nombre que es sobre todo nombre, obra.
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• Oh Cristo Jesús, 
• la predicación poética, no se irradia desde el racionalismo humano.
• Y es que, a la sazón, toda poesía hecha a Dios, se torna visible desde la inaccesible luz;
• y desciende poderosa de la sabiduría de lo alto. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• Tú eres la estrella resplandeciente de la mañana.
• Y es tu santísima e inagotable fuente,
• la que da pureza de eternidad, al que siendo pobre de espíritu, con su agua bendita lava el alma.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• con tu excelsa diestra descubres y moldeas los versos que exaltan tu santo nombre en la poesía.
• Y no será, sino en la gloria del día postrero, 
• cuando se hará manifiesto cada exhorto poético, oh Rey de reyes, que en la búsqueda de tu sobrenatural rostro se gloría. 
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• Oh Santo de Israel, 
• de lo que no se veía hiciste visible la creación. 
• ¿Habrá algo imposible, oh Alfa y Omega, cuando al trono de la gracia clamemos con fe?
• ¿O será que nos asalta la duda; y que nuestra plegaria, no ha sido incensada con la piedad del quebrantado corazón?
•                   Paz de Cristo