ISAÍAS 59:1-3 EN CRISTO

• He aquí que no se ha acortado la mano en Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oir; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
• Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua. 
• Oh Cristo, haz que pueda en tu Sagrada Escritura, desaprender la maldad al fin;
• y tener el glorioso conocimiento, del que en adoración a tu nombre, hasta lo más ínfimo de su espíritu mengua.
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• Oh Cristo Jesús, 
• lastrados por el maligno, nos arrastramos por el hediondo fango del pecado. 
•  Oh Santo, con la bienaventurada esperanza de ver tu santísima luz,
• el umbral de la gloria por todos tus santos será traspasdo.
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• Oh Fiel y Verdadero, tal cual esperamos con impaciencia, la lluvia temprana y tardía para ser recompensados con tus frutos exuberantes.
• Aguzad los sentidos; porque el Creador de los cielos y la tierra, es el que vierte sobre vuestra labranza estos preciosos y preciosos prodigios. 
• Clamaremos a los cielos  con el máximo fervor, para que los cuatro vientos reinantes,
• traigan de las nubes sus incomparables beneficios.
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• Oh Todopoderoso Redentor,
• Tú te manifestaste en carne, para consumar con tu sagrada obra en cruz del Calvario, la redención de la humanidad.
• Y no hubo nuca tal derramamieto de amor,
• oh Rey de la gloria, que el de tu majestuosa sangre, libertándonos con la sobrenatural gracia de la verdad. 
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• Pero el fatuo ser hunano, oh Omnipotente  Salvador, 
• a tu Sagrada Palabra, no guarda obediencia.
• ¿Será que la hechura del traje celestial, le ciega con su resplandor;
• y no ha podido ser ceñido, con su gloriosa excelencia?
•                   Paz de Cristo