- Oh mi Cristo,
- las asechanzas del diablo, son imprevistas para todos nuestros sentidos.
- Oh Santo Espíritu,
- llévanos a la única verdad, para que en la presencia del Señor, de santidad seamos concernidos.
- Oh Alfa y Omega,
- cometemos, de continuo, el craso error de ser sabios en nuestra propia opinión.
- No cabe, sino en la Palabra de Dios, la sobrenatural respuesta,
- que vivifique al atribulado corazón.
- Oh Cristo Redentor,
- la solución a todas nuestras dudas, la encontramos en la inmolacion del Cordero en la cruz del Calvario.
- Su sacrificio, de principio a fin, lo llevó a cabo para redimir y justificar el pecado de toda la humanidad, con su preciosa sangre derramada; que de gracia nos ofrendó su excelso amor,
- para abrimos el eterno santuario.
- Oh Santo de Israel,
- a través de nuestros humanos impulsos, nos adentramos en la inmunda concupiscencia.
- Y únicamente por el don de la fe,
- seremos consubstanciales a la perfecta excelencia.
- Oh Sumo Salvador,
- en tu nombre hemos creido, porque anhelamos la salvación.
- Y perseverar hasta el fin, oh Rey de reyes, en tu amor,
- nos dará como recompensa tu eterno galardón.
- Paz de Cristo
jueves, 24 de junio de 2021
DESAPRENDER LO INICUO QUE APRENDISTEIS, ES GLORIA EN CRISTO
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