QUÉ TU SANTO FIN SEA AMAR EN EL AMOR DE CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• la más santa e inconmensurable definición de amor, la verbalizaste en la cruz del Calvario, al decir: Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.
• Sí, porque la abyecta acción que infligió el ser humano al Santo de Israel, tenía que quedar explicitada en el Sagrado Escrito; 
• para que todas las generaciones sepan, que es al Rey de reyes y Señor de señores, al que sin conocimiento de causa, en un abominable sacrificio, los inicuos y escarnecedores seres humanos, de forma execrable e infame  aborrecen.
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•  La Biblia dice: Amados no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 
• Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa en vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 
• Porque, oh Hijo del Hombre, únicamente el que en tu nombre se gloría, 
• traspasará el umbral del bienaventurado.
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• La Biblia enseña: Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
• Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
• Oh Alto y Sublime, 
• imperecedero ha de ser nuestro amor; si partieramos repentinamente a tu presencia, para poder ver tu glorioso rostro hoy.
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• Oh Sumo Hacedor, 
• tu perfecto amor excede de to conocimiento.
• Y el verdadero poder del amor,
• es diametralmente opuesto al séptico y vil sometimiento. 
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• La Biblia constata: Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 
• Y ante todo, tened entre vosotros fervientemente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 
• Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo, que todos nuestros hechos, sean percibidos con el amor del santificado corazón;
• que de gracia hemos recibido, de los cielos bienaventurados. 
•                 Paz de Cristo