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domingo, 13 de junio de 2021

LA RECURRENTE NECEDAD ES DEL QUE SE APOYA EN SU PROPIA PRUDENCIA, OH CRISTO

  •  La Biblia dice: Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
  • Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.
  • Existe en toda la tierra; y también en tus falsos testigos, oh Cristo, una actitud libertina,
  • que les seduce de forma insolemne.

  • ¿Y qué entraña el engaño del veleidoso corazón?
  • Oh Rey de la gloria, 
  • la teología falsaría, por herética, se basa en las lecturas por doquier de distorsionadas versiones bíblicas, que desprecian lo de gracia revelado en nuestra gloriosa conversión;
  •  y nos abocan a no perseverar hasta la final victoria. 
  •  
  • La Biblia enseña: Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 
  • Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
  • Oh Altísimo Señor Jesucristo, de tu eterno propósito somos siervos consagrados;
  • y estamos a tu excelsa diestra incondicionalmente asidos, porque fervientemente nos amas.

  • La Biblia asevera: Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 
  • Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 
  • Oh Soberano Redentor, 
  • tu majestuosa sangre derramada en la cruz del Calvario, gracia nos ha dado, para no caer en el mortal precipicio. 

  • Jesús, dijo: Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 
  • Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 
  • Oh Sumo Salvador, presérvanos de todo lo inmundo.
  • Y arrebátanos, oh Señor, con la amada Iglesia, para ser de tu gloria almas eternas. 
  •                  Paz de Cristo 

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