JOB 11:13-18 EN CRISTO

•  Si tú dispusieres tu corazón, y extendieres a él tus manos; si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more en tu casa la injusticia, entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás; y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron. 
• La vida será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será como la mañana.
• Oh mi Cristo, es endémico el prejuicio, de los que tu Evangelio no conocieron;
• pero esos mismo te invocan, cuando en aflicción está su alma.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• de frágil barro, para que dependiera de ti, hiciste al ser humano.
• Y es que, en su arrogancia, siempre se creyó autosuficiente, 
• pretendiendo burlar con su rudimentaria insuficiencia, al que de Israel es Santo. 
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• La Biblia dice: Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
• Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. 
• Oh Cristo Jesús, con mi exigua inteligencia, pasaron mucho años, sin haberte conocido;
• pero ahora sé, oh Señor, que a ti te obedecen los vientos. 
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• La Biblia enseña: ¿A donde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
• Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
• Oh Rey de reyes, seres erráticos somos en tu ausencia;
• Tú eres el resplandor que agosta la noche, y que de tus aguerridos siervos desterrarás.
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• Jesús, dijo: Si me amáis, guardad mis mandamientos. 
• Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 
• Oh Sumo Redentor, tu majestuosa sangre derramada en el Calvario, nos ha dado gracia para ser tus hijos perfectos;
• porque con nuestras oraciones son incensados los cielos gloriosos. 
•                    Paz de Cristo