- Oh Cristo Jesús,
- con tu sobrenatural arado, me has dado la gloriosa provisión que hace el surco recto.
- La sombra de tu pasado se quedó atrás; y es que, de la Sagrada Palabra, radiante es la admirable luz,
- que derrama toda buena dádiva y todo don perfecto.
- Oh Cristo Redentor,
- es tu excelsa diestra la que siempre resuelve lo imposible.
- Porque en tu majestuoso amor,
- el milagro se hace manifiesto con su poder infalible.
- Oh Santo de Israel, con la sabiduría de lo alto,
- revestida ha sido el alma de tus genuinos siervos.
- Y son las oraciones incensadas del que es santo,
- las que se elevan a los sagrados cielos.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- la execrable impiedad en tu crucifixión, llevó a término la muerte del Hijo del Hombre.
- Y con la espada de dos filos, que es de la Palabra el Espíritu,
- el imperio de la muerte, lo selló en su tenebroso sepulcro; pero al tercer día resucitó, no pudiendo retenerle.
- Oh Fiel y Verdadero,
- tu gracia hemos recibido para ser salvos.
- Pero solo los que perseveren hasta el día postrero,
- serán santificados.
- Paz de Cristo
domingo, 6 de junio de 2021
TÚ NO RESUELVES NADA, SINO EN CRISTO
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