- Oh mi Cristo, con la cruz a cuestas, camino del Calvario;
- no hubo, sino palabras en tu boca de santa bendición.
- Tu sobrenatural plan de redención, oh Señor, del que concerniste a toda la hunanidad; se proyectó en el celestial santuario,
- para dar a la perversa humanidad una inmerecida salvación.
- Oh Cristo Redentor,
- tu muerte, sepultura y resurrección, dieron inicio a la grandiosa era de la gracia.
- Y es que, oh Cordero inmolado, tal fue tu majestuoso amor;
- que nunca más se derramó en el nombre de Jesús, una manifestación de gloria tan excelsa.
- Oh Santo de Israel,
- a los cuarenta días de resucitado, tuvo lugar tu ascensión al cielo eterno.
- Y con posterioridad a este sagrado hecho, se multiplicó exponelcialmente la fe,
- tornando al paganismo en converso.
- Oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo,
- en el aposento alto,
- los 120 reunidos, recibieron el Santo Espíritu;
- y fueron al extremo fortalecidos, con el sobrenatural poder del firmamento.
- Oh gran Yo Soy,
- en el día de Pentecostés das inicio a tu amada Iglesia, sin arruga y sin mancha.
- Y sigue siendo de tanta pureza hoy;
- como en el día postrero, cuando sea arrebatada por la magnificencia de tu gloriosa diestra.
- Paz de Cristo
sábado, 26 de junio de 2021
NINGÚN SACRIFICIO ES COMPARABLE AL DE TU CRUCIFIXIÓN, OH CRISTO
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