NINGUNA VERDAD HAY FUERA DE TU NOMBRE, OH CRISTO

• Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos. 
• ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, quién nos conoce?!
• Oh Rey de reyes, postrados en adoración, persisten los siervos por ti escogidos; 
• y con quebrantamiento de espíritu cada uno pernanece.
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• Oh Soberano Redentor, 
• nuestro deambular es diametralmente opuesto al propósito de tu Sagrada Palabra.
• Se desvaneció el primer amor;
• que con gran celo profesabamos, al Todopderoso Señor que más nos ama.
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• Oh Santo de Israel, 
• la fe es ineludible, para guardar todos y cada uno de los principios bíblicos. 
• Sí, porque sin fe es imposible agradar al gran Yo Soy, que nos engendró por el Espíritu, para ser sus genuinos hijos.
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• Oh Alto y Sublime, 
• el desacierto que nos acucia, da como resultante la convicción de pecado.
• Tenga cuidado de no caer, el que crea estar firme;
• porque desobedeciendo al Fiel y Verdadero, nunca entrará en la nueva Jerusalén del bienaventurado. 
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• Jesús, dijo: Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira.
• Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. 
• No hay connivencia con el maligno, que no te redarguya de culpa;
• y si no os redarguyere, vuestra alma condenada, en el infierno tendréis. 
•                     Paz de Cristo