- La Biblia enseña: ¡Vamos ahora! lo que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
- En lugar de lo cual deberíais de decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto y aquello.
- Oh Cristo, el siervo, en tu nombre, sin tiempo prevalece,
- sobre toda tiniebla que mueva el ignominioso desprecio.
- La Biblia enfatiza: Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo Jehová lo he creado.
- ¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos?
- Oh Alfa y Omega, en tu gracia al universo has afirmado;
- y por tu gloria hemos sido consagrados.
- Jesús, dijo: Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
- Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
- Oh Rey de reyes, haz que mis sentidos, sean del viento de Sion las velas,
- para que las ondas del mar, les den la dirección de lo eterno.
- La Biblia constata: Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado purificación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuando heredó más excelente nombre que ellos.
- Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí Hijo?
- Oh Sumo Redentor, de las buenas nuevas de salvación eterna, somos siervos;
- e incólumes, a tus pies estamos postrados, con el corazón humillado y contrito.
- Oh Sumo Salvador,
- nuestra existencia en ti está cautiva.
- Y sustentados por tu incomparable amor,
- daremos siempre la gloria a tu protección bendita.
- Paz de Cristo
miércoles, 9 de junio de 2021
TÚ NO TE SUSTENTAS, SINO EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario