EL PERDÓN, INEXCUSABLE EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• Tú nos perdonaste, para que nosotros en tu nombre perdonásemos.
• Y contristarás al Santo Espíritu, 
• si no lo haces con la piadosa decisión del siervo que se arrepiente. 
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• Oh Soberano Redentor,
• ofrendaste tu majestuoso perdón a los que te ajusticiaron en la cruz del Calvario, haciéndolo extensivo a toda la humanidad. 
• Nunca ha dado nadie tan grandioso amor,
• para que se conociera su santísima verdad. 
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• Oh gran Yo Soy, la inconmensurable paz del corazón,
• se ha hecho manifiesta hasta el límite.
• Y la valentía de conceder y aceptar el noble perdón,
• la ha derramado el glorioso cielo sublime. 
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• Oh Sumo Hacedor, 
• Tú eres el Todopoderoso Dios único, para perdonar con el nuevo pacto de la gracia, a los seres humanos más perversos. 
• Y además ser galardonador,
• de los consagrados e irreprensibles siervos. 
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• Oh Alfa y Omega, 
• de tu santo nombre, 
• damos testimonio tu obra maestra; 
• que no es otra, que el probo hijo del hombre.
•                  Paz de Cristo