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domingo, 15 de octubre de 2023

1 SAMUEL 2:1-11 EN CRISTO

  • Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, mi poder se exalta en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salvación. 
  • No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro. 
  • No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; porque el Dios de todo saber es Jehová, y a él toca el pesar las acciones.
  • Los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los débiles se ciñerón de poder.
  • Los saciados se alquilaron por pan, y los hambrientos dejaron de tener hambre; hasta la estéril ha dado a luz siete, y la que tenía muchos hijos languidece.
  • Jehová mata, y él da vida; él hace descender al Seol, y hace subir.
  • Jehová empobrece, y él enriquece; abate y enaltece. 
  • Él levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y él afirmó sobre ellas el mundo.
  • Él guarda los pies de sus santos, más los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
  • Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, y sobre ellos tronará desde los cielos; Jehová juzgará los confines de la tierra, dará poder a su Rey, y exaltará el poder de su Ungido. 
  • Y Elcana se volvió a su casa en Ramá; y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí.
  •  Oh mi Cristo, hijos tuyos son los que nunca renunciaron a tu invocación.
  • Y es que, nunca desmayará el que es un auténtico heraldo del Evangelio;
  • porque siempre le preceden, oh Señor, tus piadosas bendiciones. 
  • Y todo esto hace, oh Rey de reyes, el que en tu majestuoso nombre a podido creer; 
  • porque ante ninguna encrucijada del camino retrocede.
  • Nuestro corazón sólo late, oh Santo, para con un inconmensurable celo poderte servir;
  • desde el inicio del alba, hasta que el día se adormece. 
  • Oh Cristo Redentor, Tú viniste a salvar al que vivía en la sordidez del espíritu moribundo.
  • Oh Cristo Jesús, únicamente en tu glorioso nombre, hemos interiorizado la bienaventurada esperanza, 
  • para traspasar el umbral del verdaderamente arrepentido;
  • y ver en el paraíso, oh Eterno, tu santa faz al fin.
  •             Paz de Cristo 

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