- Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu.
- Estas cosas tienes guardadas en tu corazón; yo sé que están cerca de ti.
- Oh mi Cristo,
- Tú eres el único Dios: el primero y el último, el principio y el fin.
- Si pequé, Tú me has observado, y no me tendrás por limpio de mi iniquidad. fuere malo, ¡ay de mí! Y su fuere justo, no levantaré mi cabeza, estando hastiado de deshonra, y de verme afligido.
- Oh Rey de reyes, sólo Tú eres la verdad;
- y Tú, oh Altísimo, por tu gran misericordia, salvarás al que estuviere perdido.
- Si mi cabeza se alzare, cual león tú me cazas; y vuelves a hacer en mí maravillas.
- Renuevas contra mí tus pruebas, y aumentas conmigo tu furor como tropas de relevo.
- Oh Santo de Israel, nunca en tus angostas sendas, las aprobaciones de tus siervos fueron sencillas;
- pero el único siervo digno, será el que las admita sin recelo.
- ¿Por qué me sacaste de la matriz? Hubiera yo expirado, y ningún ojo me habría visto.
- Fuera como si nunca hubiera existido, llevado del vientre a la sepultura.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- nadie será salvo, sin recibir el bautismo en tu santo nombre; y sepultado el viejo hombre, resucitar juntamente contigo por gracia, para ser de tu gloria una nueva criatura.
- ¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un poco,
- antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y sombra de muerte;
- tierra de oscuridad, lóbrega, como sombra de muerte y sin orden, y cuya luz es como densas tinieblas.
- Oh Sumo Alfarero,
- haz de mí un vaso nuevo,
- para que sin remisión te muestre mi fidelidad reverente;
- y rae de mí ser, las sórdidas hipocresías fariseas.
- Paz de Cristo
sábado, 21 de octubre de 2023
JOB 10:12,13 EN CRISTO
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