- La Biblia dice: Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.
- Reparte a siete, y aún a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.
- Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará.
- El que al viento observa, no sembrará; el que mira a las nubes, no segará.
- Como tú no sabes cual es el camino del viento, o como crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
- Oh mi Cristo, sé que en tu bendita gloria con mi alma contarás.
- Y es que, a tu excelsa diestra,
- desde lo más recóndito de la tierra invocará.
- Y todo mi ser se regocijará,
- Oh Señor, en tus sobrenaturales glorias.
- La Biblia incide: Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen de él.
- Todo lo hizo hermoso en su tiempo; ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
- Oh Sumo Hacedor, en toda acción bienaventurada ha de obrar la fe,
- para que la santísima verdad cumpla su preciso y precioso fin.
- La Biblia enseña: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
- no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
- no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
- Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
- Tu gracia es la que prevalece,
- oh Cristo Redentor.
- No habrá alma morando en tu gloria, que no haya vivido en santidad;
- por ser esta gozosa actitud, la que sellará su piadosa obra.
- Jesús, dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
- porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
- Oh Fiel y Verdadero, en tus sagrados pasos, siempre se cumple el imperecedero deseo de amar.
- Y es que, oh Señor, cuando Tú amas;
- se enciende tu perfecta llama, en la desértica zarza.
- ¡Jesús te ama!
- aunque tú nunca lo interiorizaras.
- ¡Jesús te salva!
- porque únicamente de Él son las promesas sagradas.
- Paz de Cristo
martes, 3 de octubre de 2023
EL DESAMOR, PERNICIOSO FLANCO DE IMPUREZA PARA LA SALVACIÓN, OH CRISTO
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