- Respondió Bildad suhita, y dijo:
- ¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.
- Oh mi Cristo,
- por tu gran misericordia, ¿cuántos el umbral de tu gloria traspasaremos?
- ¿Por qué somos tenidos por bestias, y a vuestros ojos somos viles?
- Oh tú, que te despedazas en tu furor, ¿Será abandonada la tierra por tu causa, y serán removidas de su lugar las peñas?
- Oh Hijo del Hombre, sustentados somos por tus espirituales mimbres,
- cuando nos rodean las pavorosas tinieblas.
- Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y no resplandecerá la centella de su fuego.
- La luz se oscurecerá en su tienda, y se apagará sobre él su lámpara.
- Oh Fiel y Verdadero,
- únicamente tu excelsa diestra es nuestra sobrenatural armadura, ante la horrenda amenaza demoníaca.
- Sus pasos vigorosos serán acortados, y su mismo consejo lo precipitará.
- Porque red será echada a sus pies, y sobre mallas andará.
- Oh Santo, ¿alguno de estos falsarios e impíos te adorará;
- o por su ignominiosa conducta, inequívocamente te ultrajará?
- Lazo prenderá su calcañar; se afirmará la trampa contra él.
- Su cuerda está escondida en la tierra, y una trampa le aguarda en la senda.
- Oh Santo de Israel,
- Tú viniste a deshacer del diablo su execrable vileza.
- Paz de Cristo
domingo, 29 de octubre de 2023
JOB 18:1,2 EN CRISTO
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