Powered By Blogger

jueves, 26 de octubre de 2023

JOB 13:13-16 EN CRISTO

  • Escuchadme, y hablaré yo, y que me venga después lo que viniere.
  • ¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y tomaré mi vida en mi mano?
  • He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; no obstante, defenderé delante de él mis caminos,
  • y él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el impío. 
  • Oh mi Cristo, tu prueba es la que al verdadero siervo definiere,
  • ¿por qué has querido en Job, mostrarnos al que más se acerca al santo?
  • Y es que, es su más angosta senda sin paliativos;
  • donde tampoco faltó el escarnio del séptico. 

  • Oid con atención mi razonamiento, y mi declaración entre en vuestros oídos. 
  • He aquí ahora, si yo expusiera mi causa, sé que seré justificado. 
  • Oh Rey de reyes, sé que Tú oyes el clamor de los afligidos;
  • y que de tu gran misericordia, das una inconmensurable provisión al angustiado.

  • ¿Quién es el que contenderá conmigo? Porque si ahora yo callara, moriría. 
  • A lo menos dos cosa no hagas conmigo; entonces no me esconderé de tu rostro:
  • Aparta de mí tu mano, y no me asombre tu terror.
  • Oh Eterno, ¿quién en mi lugar, en tu majestuoso nombre no se gloriaría?
  • Nada obra fuera de tu poder, oh Santo:
  • Tú eres el Sumo Redentor. 

  • Llama luego, y yo responderé; o yo hablaré, y respóndeme tú. 
  • ¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Hazme entender mi transgresión y mi pecado. 
  • ¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?
  • ¿A la hoja arrebatada has de quebrantar, y a una paja seca has de perseguir?
  • Oh Cristo Jesús, 
  • sé que Tú eres el Señor Soberano de lo universalmente creado, 
  • y también de los más ignoto por desconocido. 
  • Aún, con todo, oh gran Yo Soy, tus fieles siervos perseverarán contigo hasta el fin.

  • ¿Por qué escribes contra mí amarguras, y me haces cargo de los pecados de mi juventud?
  • Pones además mis pies en el cepo, y observas todos mis caminos, trazando un límite para las plantas de mis pies.
  • Y mi cuerpo se va gastando como de carcoma, como vestido que roe la polilla.
  • Oh Rey de la gloria, sublime es contemplar tu celestial plenitud;
  • donde obrarán siempre tus designios imposibles,
  • para nuestra mente precaria y finita.
  •                  Paz de Cristo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario