- Escuchadme, y hablaré yo, y que me venga después lo que viniere.
- ¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y tomaré mi vida en mi mano?
- He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; no obstante, defenderé delante de él mis caminos,
- y él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el impío.
- Oh mi Cristo, tu prueba es la que al verdadero siervo definiere,
- ¿por qué has querido en Job, mostrarnos al que más se acerca al santo?
- Y es que, es su más angosta senda sin paliativos;
- donde tampoco faltó el escarnio del séptico.
- Oid con atención mi razonamiento, y mi declaración entre en vuestros oídos.
- He aquí ahora, si yo expusiera mi causa, sé que seré justificado.
- Oh Rey de reyes, sé que Tú oyes el clamor de los afligidos;
- y que de tu gran misericordia, das una inconmensurable provisión al angustiado.
- ¿Quién es el que contenderá conmigo? Porque si ahora yo callara, moriría.
- A lo menos dos cosa no hagas conmigo; entonces no me esconderé de tu rostro:
- Aparta de mí tu mano, y no me asombre tu terror.
- Oh Eterno, ¿quién en mi lugar, en tu majestuoso nombre no se gloriaría?
- Nada obra fuera de tu poder, oh Santo:
- Tú eres el Sumo Redentor.
- Llama luego, y yo responderé; o yo hablaré, y respóndeme tú.
- ¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Hazme entender mi transgresión y mi pecado.
- ¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?
- ¿A la hoja arrebatada has de quebrantar, y a una paja seca has de perseguir?
- Oh Cristo Jesús,
- sé que Tú eres el Señor Soberano de lo universalmente creado,
- y también de los más ignoto por desconocido.
- Aún, con todo, oh gran Yo Soy, tus fieles siervos perseverarán contigo hasta el fin.
- ¿Por qué escribes contra mí amarguras, y me haces cargo de los pecados de mi juventud?
- Pones además mis pies en el cepo, y observas todos mis caminos, trazando un límite para las plantas de mis pies.
- Y mi cuerpo se va gastando como de carcoma, como vestido que roe la polilla.
- Oh Rey de la gloria, sublime es contemplar tu celestial plenitud;
- donde obrarán siempre tus designios imposibles,
- para nuestra mente precaria y finita.
- Paz de Cristo
jueves, 26 de octubre de 2023
JOB 13:13-16 EN CRISTO
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