- La Biblia dice: He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quién mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
- No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles.
- No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia.
- No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.
- Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan:
- Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,
- para que habras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
- Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré gloria, ni mi alabanza a esculturas.
- He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salga la luz, yo os las haré notorias.
- Oh mi Cristo, Tú has derramado sobre la tierra las más poderosas bendiciones.
- Porque siempre sustentarás de espirituales bienes,
- al siervo que denodadamente el Evangelio predica.
- Oh gran Rey,
- los que tu majestuoso nombre exaltan,
- aun muestran su quebrantamiento de espíritu, para que les des luz en sus exhortaciones;
- anunciando hasta los confines de la tierra, las buenas nuevas que nos abrirán las más preciadas puertas.
- Porque dar el prodigioso arraigo de ser nuevas criaturas,
- es de facto, oh Señor, revestir al profano de tus sobrenaturales glorias.
- Jesús, enseña: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
- Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
- El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creido en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
- Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
- Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
- Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
- Oh Alfa y Omega,
- la prístina fe,
- es únicamente de tus discípulos consagrados.
- Oh Rey de reyes, las almas verdaderamente santas,
- son las que en tu majestuoso nombre, están imperterritamente confiadas,
- porque tienen genuina comunión con los santificados.
- Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió.
- Y el que me ve, ve al que me envió.
- Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
- Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
- El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
- Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
- Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
- Oh Rey de la gloria, el siervo que en tu santo nombre creyó,
- de gracia todo se le esclareció.
- Y ya nunca más se distrajo en perniciosos dilemas,
- con el espiritualmente moribundo.
- Su ojos estaban puestos, en el Altísimo Señor Jesucristo que vino del cielo;
- y así no disipar ni un segundo, en poder fervientemente adorar,
- al que por su muerte, sepultura y resurrección, me dio vida eterna en su celestial reino.
- Oh Santo,
- anhelo traspasar el umbral de la gloria,
- para ver la tierra desde lo más alto;
- y por tu gran misericordia, haber sido coronado en victoria.
- Oh Eterno,
- Tu eres el Omnipotente,
- que da gracia para morar en el cielo,
- al que viviere en su luz inaccesible eternamente.
- Paz de Cristo
lunes, 2 de octubre de 2023
SÉ TÚ LA LUZ QUE EVITE TODA PENUMBRA EN EL CORAZÓN HUMANO, OH CRISTO
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