- Respondió Elifaz temanita, y dijo:
- ¿Proferirá el sabio vana sabiduría, y llenará su vientre de viento solano?
- ¿Disputará con palabras inútiles, y con razones sin provecho?
- Oh mi Cristo,
- es tu nombre santo,
- el que nunca invocará el necio.
- Tú también disipas el temor, y menoscabas la oración delante de Dios.
- Porque tu boca declaró tu iniquidad, pues has escogido el hablar de los astutos.
- Tu boca te condenará, y no yo; y tus labios testificarán contra ti.
- Oh Rey de reyes, tus siervos consagrados,
- son diametralmente opuestos a los fatuos;
- porque de gracia recibirán los que perseveraren hasta el fin.
- ¿Naciste tú primero que Adán? ¿O fuiste formado antes que los collados?
- ¿Oiste tú el secreto de Dios, y está limitada a ti la sabiduría?
- ¿Qué sabes tú que no sepamos? ¿Qué entiendes tú que no se halle en nosotros?
- Oh gran Dios, tu santísima verdad sustenta a los bienaventurados;
- porque en su transparencia se concita la luz del mediodía,
- la cual no es propiedad de los ociosos.
- Cabezas canas y hombres muy ancianos hay entre nosotros, mucho más avanzados en días que tu padre.
- ¿En tan poco tienes la consolación de Dios, y las palabras que con dulzura se te dicen?
- Oh Cristo Jesús, valiente es el discípulo que ante ninguna vicisitud se arredrare;
- porque obra en consonancia con los que le bendicen y maldicen.
- ¿Por qué tu corazón te aleja, y por qué guiñan tus ojos,
- para que contra Dios vuelvas tu espíritu, y saques tales palabras de tu boca?
- Oh Sumo Hacedor, todos los que formulan oprobios,
- siempre obran con la vileza irracional que les trastorna.
- Paz de Cristo
sábado, 28 de octubre de 2023
JOB 15:1-3 EN CRISTO
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