A FIN DE CONOCERTE, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• Sí, todo ser humano ha sido creado a tu imagen, y conforme a tu semejanza. 
• Pero sólo los que creemos en tu santo nombre, oh Eterno y Soberano Señor, espiritualmente te hemos visto.
• Y es que, no haciendo aprecio de tu eternidad, fuiste el Cordero inmolado en la cruz del Calvario; para ser el Sumo Redentor de toda la inicua humanidad, que obscenamente no se arrepintió del pecado. Y que con impiedad el paganismo, a día de hoy, aún se jacta.
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• Jesús, dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 
• Si me conicieseis, también a mi Padre coneceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 
• Oh Santo de Israel, en tu gloria, anhelamos morar contigo al fin;
• porque Tú eres el único Dios, oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
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• Jesús, enseña: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 
• Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
• Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 
• Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 
• Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
• Oh Hijo del Hombre, Tú eres nuestro Formador. 
• Y tu pensamiento eterno obra con gran impacto en el disoluto,
• para que su espíritu sea santificado. 
• Porque en tu glorioso fin,
• oh Señor, santamente hemos de creer. 
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• La Biblia dice: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no vigilare la ciudad, en vano vela la guardia.
• Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño. 
• Oh Sumo Hacedor, nadie es merecedor de tu excelsa gloria;
• a no ser que a algún irreprensible siervo le des su sobrenatural parte, para morar eternamente en tu celestial reino.
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• Jesús, enfatiza: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
• Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. 
• Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. 
• Oh Altísimo Señor Jesucristo,
• ningún siervo que no persevere hasta el fin,
• recibirá tus gloriosas y santísimas bendiciones. 
•               Paz de Cristo