- La Biblia dice: Yo ciertamente había creido mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;
- lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.
- Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los persrguí hasta en las ciudades extranjeras.
- Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes,
- cuando a mediodía, oh Rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo.
- Y habiendo caído todos nosotros a tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
- Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
- Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,
- librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,
- para que habras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
- Oh mi Cristo, este es el alienado pensamiento del que no ha recibido el don de la fe;
- por estar sumido en el obscurantismo profano.
- Pero los hijos del Rey de reyes, alumbrarán como espirituales teas.
- Y nunca sus celosas predicaciones,
- oh Señor, las tendrás en el olvido.
- Pero el punto de inflexión,
- es cuando al que tú maldices,
- te hace el llamado al fin;
- y como un consagrado heraldo,
- de gracia testifiques en el majestuoso nombre de Jesús, a los que aun morarán en la eternidad de los salvos.
- La Biblia enseña: Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
- Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
- El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos;
- a predicar el año agradable del Señor.
- Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
- Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
- Tú eres el autor y consumador de la fe.
- oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Y es que, todos los siervos que hayan sido revestidos,
- por tu prodigioso e inconmensurable amor;
- han profesado la Cristocéntrica fe,
- por ser tus perfectos siervos.
- La Biblia enfatiza: Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
- Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
- Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
- Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
- Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
- Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
- Oh Eterno, tus auténticos siervos, únicamente por ti hemos sido bendecidos;
- porque no hemos hecho desdén de tus sagradas sendas.
- Pero solo por tu grandiosa musericordia, será tu probo discípulo bienaventurado.
- Porque el que a tu santidad, oh Señor, indubitablemente se une;
- tu santa faz verán sus privilegiados ojos,
- en la excelsa morada de los gloriosos cielos.
- Paz de Cristo
sábado, 14 de octubre de 2023
LA CEGUERA ESPIRITUAL DESVIRTÚA LA FE EN CRISTO
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