JOB 14:1-4 EN CRISTO

•  El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores,
• sale como una flor, y es cortado, y huye como la sombra y no permanece. 
• ¿Sobre éste abres tus ojos, y me traes a juicio contigo?
• ¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie. 
• Oh mi Cristo, gracias te damos por tus grandiosos favores, 
• con los que al ser humano revistes, ¿pero él realmente los conoce?
• ¿No es sin embargo en esta tierra, en el mejor de los casos, un siervo advenedizo?
• ¿Y qué, en su desvirtuado fuero, oh Señor, ninguno de tus preceptos bíblicos entiende?
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• Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti; le pusiste límites, de los cuales no pasará. 
• Si tú lo abandonares, el dejará de ser; entre tanto deseará, como el jornalero, su día. 
• Oh Rey de reyes, de una sola sangre fuimos por tu gracia creados, ¿pero alguno de todos ellos, en tu nombre se gloriará?
• ¿No está por encima de todo, su osada hipocresía?
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• Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. 
• Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo, 
• al percibir el agua reverdecer, y hará copa como planta nueva.
• Oh Hijo del Hombre, ¿quiénes serán los siervos que en tu gloria morarán?
• Serán los arrebatados que libertó Jesucristo;
• y que sin arruga y sin mancha, conformarán los santos de tu amada Iglesia. 
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• Mas el hombre morirá, y será cortado; perecerá el hombre, ¿y donde estará él?
• Como las aguas se van al mar, y el río se agota y se seca,
• así el hombre yace y no vuelve a levantarse; hasta que no haya cielo, no despertarán, ni se levantarán de su sueño.
• Oh Santo de Israel, 
• lo que ha compilado el alma; y de lo que Dios pese, en cada corazón humano que de su pecado se arrepienta,
• hará el juicio perfecto.
•               Paz de Cristo