LAS PRECARIAS MENTES DE LOS INCRÉDULOS, ASUMEN QUE ERES PRESCINDIBLE, OH CRISTO

• La Biblia dice: En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí. 
• Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.
• Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
• Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 
• Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 
• Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. 
• Oh mi Cristo, tu excelsa gracia la derramaste sobre el pueblo israelí.
• Y para una comunión perfecta, dispusiste su prodigioso horizonte.
• Porque su perseverante fe,
• estaba puesta en un grandioso fin.
• Y con ellos fue tu presencia, 
• oh Verdadero y Fiel.
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• La Biblia enfatiza: Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 
• Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
• Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
• Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
• Oh Santo de Israel, el ferviente siervo, en tu majestuoso nombre se gloriará. 
• Por tus sagradas sendas, sin desmayo recorrerá el siervo justo;
• y toda asechanza del maligno resistirá,
• oh Señor, para recibir tus bíblicas promesas. 
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• La Biblia incide: Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 
• Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 
• Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
• Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
• Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
• ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mí mano, oh casa de Israel. 
• Oh Santo, 
• son tus encriptadas ideas,
• las que al inquirir con atemporal perseverancia, 
• nos revela tu sobrenatural gracia.
• Oh Eterno,
• Tú eres el gran Dios Omnipotente. 
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• La Biblia enseña: Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.
• Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 
• Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.
• ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.
• ¿O no sabéis que el que se une a una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 
• Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 
• Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, estará fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 
• ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
• Porque habéis sidos comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 
• Oh Hijo del Hombre, en la Sagrada Escritura, 
• Tú eres el Fundamento. 
• Y en tu glorioso nombre he de creer,
• para ser un siervo aprobado.
• Pero esto ha de substanciarse,
• con genuina fe.
• Y es que, el que a sí mismo se niega,
• es entre muchos siervos,
• el culmen de los santificados. 
•             Paz de Cristo