- Respondió entonces Job, y dijo:
- ¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, y me moleréis con palabras?
- Ya me habéis vituperado diez veces; ¿No os avergonzáis de injuriarme?
- Aun siendo verdad que yo haya errado, sobre mí caería mi error.
- Oh mi Cristo,
- en tu gloria no tienen cabida las pusilánimes almas.
- Porque los que vencieron al pecado, resistiendo hasta la sangre;
- fueron los que verdaderamente te amaron, oh Todopoderoso Señor.
- Pero si vosotros os engrandecéis contra mí, y contra mí alegáis mi oprobio,
- sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red.
- Oh Santo, es obvio,
- que de tu agua bendita, está espiritualmente necesitada su extrema sed.
- He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído; daré voces, y no habrá juicio.
- Cercó de vallado mí camino, y no pasaré; y sobre mis veredas puso tinieblas.
- Oh Omnipotente Señor Jesucristo,
- Tú llevarás a la excelsa gloria, al que supere con gozo todas tus pruebas.
- Me has despojado de mi gloria, y quitado la corona de mi cabeza.
- Me arruinó por todos lados, y perezco; y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
- Oh Hijo del Hombre, sólo en tu santo nombre tengo la certeza,
- de que en el día postrero seré bienaventurado.
- Hizo arder contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos.
- Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mi, y acamparon en derredor de mi tienda.
- Oh Santo de Israel, a tu eterna justicia, le dan valor tus auténticos hijos;
- porque en ella reside la sublime sapiencia.
- Paz de Cristo
lunes, 30 de octubre de 2023
JOB 19:1-4 EN CRISTO
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