- Respondió entonces Job, diciendo:
- Ciertamente vosotros sois el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría.
- También tengo yo entendimiento como vosotros; no soy yo menos que vosotros; ¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto?
- Oh mi Cristo, Tú estás continuamente bendiciendo,
- al siervo que en tu santo nombre se gloría,
- y da al bíblico precepto cumplimiento.
- Yo soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido.
- Aquel cuyos pies van a resbalar es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas.
- Prosperan las tiendas de los ladrones, y los que provocan a Dios viven seguros, en cuyas manos él ha puesto cuanto tienen.
- Oh Rey de reyes, de una sola sangre nos has concebido;
- pero serán santas un exiguo número de almas;
- que por ser bienaventuradas, de tu celestial gloria gustaren.
- Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; a las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán;
- o habla a la tierra, y ella te enseñará; los peces del mar te lo declararán también.
- Oh Santo, a los siervos que clamamos, de tus palabras lo oculto nos revelarán,
- para ser siempre consubstanciales al bien.
- ¿Qué cosas de todas estas no entiende que la mano de Jehová la hizo?
- En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo el género humano.
- Ciertamente el oído distingue las palabras, y el paladar gusta las viandas.
- En los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia.
- Oh Dios Altísimo,
- al que te ama, en tu excelsa diestra lo has guardado;
- y con tu celestiales mimbres lo sustentas,
- para revestir al probo siervo de tu gloriosa excelencia.
- Paz de Cristo
miércoles, 25 de octubre de 2023
JOB 12:1-3 EN CRISTO
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