- ¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y para que se justifique el nacido de mujer?
- He aquí, en sus santos no confía, y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos;
- ¿Cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la iniquidad como agua?
- Oh mi Cristo, a veces los interpelantes hacen palidecer,
- a los más juiciosos;
- aun teniendo sobre la realidad una percepción meridiana.
- Escúchame; yo te mostraré, y te contaré lo que he visto;
- lo que los sabios nos contaron de sus padres, y no lo encubrieron;
- a quienes únicamente fue dada la tierra, y no pasó extraño por medio de ellos.
- Oh Altísimo Cristo,
- tus glorias jamás se dieron,
- con el beneplácito de los fariseos horrendos.
- Todos sus días, el impío es atormentado de dolor, y el número de sus años está escondido para el violento.
- Estruendos espantosos hay en sus oídos; en la prosperidad el asolador vendrá sobre él.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en tu perfecto camino, únicamente recibe bendiciones el siervo que te es verdaderamente fiel.
- Él ni cree que volverá de las tinieblas, y descubierto está para la espada.
- Vaga alrededor tras el pan, diciendo: ¿En dónde está? Sabe que le está preparado día de tinieblas.
- Oh Santo de Israel, el glorioso recorrido de tu senda sagrada,
- lo has hecho exprofeso para tus bienaventuradas almas.
- Paz de Cristo
sábado, 28 de octubre de 2023
JOB 15:14-16 EN CRISTO
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